Sí, Hamelín existe. La famosa aldea medieval que se salvara de la peste cuando un joven flautista arrastró a las ratas fuera de sus límites, sólo con la fuerza de su música, es un apacible pueblo alemán cercano a Hanover. La memoria de este personaje, es su principal carta publicitaria y lo saben explotar.
El flautista y su leyenda
Hamelin se ha volcado a recordar la figura de este personaje nacido de la pluma de los Hermanos Grimm, aunque el cuento está basado en muchas historias que se contaban de muchos pueblos de los actuales territorios de Dinamarca, Alemania, Polonia o Austria en tiempos de la temida peste negra.
¿Dónde podemos ver al Flautista en Hamelín?
El joven flautista, aquí llamado Rattenfänger está presente en varios lugares, por lo general seguido de cerca por un pequeño ejércido de ratas.
- En el Ayuntamiento, es protagonista de una fuente justo frente al edificio principal en su versión más contemporánea.
- En el Casco Histórico muy cerca de la Oficina de Correos, con una escultura.
- En los cristales de colores de la Iglesia del Mercado.
- En la llamada “Casa del Flautista“, una construcción popular medieval, pero que nada garantiza que sus habitantes supieran tocar la flauta.
- En el Museo de Hamelín, por supuesto.
- En la fachada del llamado “Hochzeitshaus“, en el corazón del casco antiguo, hay un carrillón de campanas que tocan un tema popular sobre el cuento. En ese momento, las figuras del Flautista y sus ratas aparecen por una ventana y se pasean frente a los curiosos. Estas figuras de madera fueron colocadas en 1964 y desde entonces hacen su aparición a las 13.05, 15.35 y 17.35 hs todos los días.
Dice la leyenda, que al pobre Flautista el pueblo no le pagó por sus servicios, entonces para vengarse volvió y con la música de su flauta atrajo a todos los jóvenes de Hamelín quienes le siguieron más allá del pueblo. Y nunca más se supo de ellos.
Foto | Strickwerk
En Diario del Viajero | Monumentos de cuento: La Sirenita, El Principito y Caperucita Roja