Antoine de Saint-Exupéry, el famoso autor de El Principito, fue un aviador de prestigio y uno de los pioneros de los vuelos postales internacionales.
Durante la Segunda Guerra Mundial su avión, un Lockheed Lightning P-38 desapareció mientras sobrevolaba el Mediterráneo en misión de reconocimiento como apoyo al desembarco aliado en Provenza. Tenía 43 años.
Durante muchos años se le dió por desaparecido hasta que un pescador encontró un brazalete de plata que le pertenecía frente a las costas de Marsella en 1998. En octubre de 2003 se extrajeron del mar los restos de su avión.
Ayer, el Museo del Aire y el Espacio de Bourget, al norte de París, confirmaron que dedicarán una sala completa de su exposición al escritor-aviador. En ella se podrán ver, a partir del 29 de junio de 2006, vestigios del avión en el que falleció el 31 de julio de 1944.
La exposición se centrará en las múltiples facetas de Saint-Exupéry: piloto de guerra y comercial, pensador y artista polifacético. Según el escenógrafo encargado de la muestra, Jean-Christophe Piffaut primará la puesta en escena y la iluminación a la acumulación de objetos.
Entre los objetos y medios expuestos habrá películas, grabaciones sonoras (Saint-Exupéry usaba un dictáfono para dictar sus textos) y fotografías tomadas en sus vuelos.
En tres años se espera poder trasladar la muestra a un emplazamiento definitivo, pero de momento no dejes de disfrutarla si viajas a París. El autor del El Principito se lo merecía hace ya mucho tiempo.
Vía | Terra