En este pintoresco edificio con aires de castillo de cuento, rodeado de un inmenso jardín, funcionan algunas de las instituciones internacionales más importantes. Hablamos del Palacio de la Paz, en La Haya.
En este espléndido edificio funciona la Corte Internacional de Justicia de las Naciones Unidas, la Corte Permanente de Arbitraje, la Academia de Derecho Internacional y la mayor biblioteca del mundo sobre el tema.
En 1899 se estable la Corte Internacional y a partir de entonces se busca un lugar físico que sirva para unir las diversas actividades. Como siempre, el problema era conseguir fondos. Y para ello se tentó durante un tiempo al magnate americano Andrew Carnegie que finalmente cedió el primer millón y medio de dólares (de 1903) para iniciar la construcción del Palacio que se inauguraría en 1913.
El Palacio de la Paz puede visitarse sumándose a alguna de las visitas guiadas que se ofrecen de lunes a viernes a las 10, 11, 14 y 15 horas (y alas 16 horas en verano). Es la única forma de poder visitarlo ya que no se autoriza la entrada individual. Las visitas cuestan 5 euros (3 euros los menores de 13 años) y deben reservarse con anticipación por mail (guidedtours@carnegie-stichting.nl). Se dan en inglés, holandés, francés y alemán.
Si te apuntas a las visitas de las 11 y 15 horas, también incluye la entrada al Museo de la Paz y en total, en este caso, te llevará un poco menos de 2 horas. La visita sola dura unos 50 minutos pero en ella no pasarás por los calabozos donde esperan su turno los tiranos y genocidas, ellos se encuentran en otro edificio en La Haya, más moderno y menos glamuroso.
Foto | María Victoria Rodríguez
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