El museo que se alza en lo que fuese el campo de concentración nazi de Auschwitz, en Polonia, no es solo un museo, es el recuerdo del dolor, la tortura, la humillación y la muerte. Es el recuerdo de algo que no debería volver a repetirse. Es la forma de hacernos saber lo que la locura del hombre puede llegar a hacer. Pues ahora, ese recuerdo corre peligro de desaparecer debido a problemas económicos.
Esto se debe a que el presupuesto que maneja el establecimiento no alcanza para mantenerlo. Por tal motivo, sus autoridades han salido a pedir ayuda internacional a aquellos organismos que puedan aportar el dinero necesario para que el Museo de Auschwitz pueda continuar recibiendo a viajeros con ganas de conocer un poco de la historia mundial reciente.
¿Cuánto dinero se necesita para este sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO? Pues alrededor de cien millones de euros anuales. En la actualidad es el gobierno polaco quien se encarga de otorgarle, año tras año, alrededor de 4.600.000 millones de dólares, mientras que el aporte privado sólo alcanza los 290.000 dólares. Muy lejos de lo que dicen necesitar para su mantenimiento.
El problema reside en que el Museo de Auschwitz es mucho más que un simple edificio. Esto es así dado que consta de más de 150 edificios, 300 ruinas, cerca de 200 hectáreas de tierra, una cantidad increíble de documentos y otros artículos que constituyen pruebas de los crímenes cometidos por los nazis, entre otras cosas. Así, los trabajos de conservación, las actividades organizadas por el establecimiento, los trabajos de investigación, programas y seminarios son algunas de las actividades que mantienen con vida a Auschwitz y que podrían dejar de funcionar si no se consigue el dinero. Para ello, la posibilidad de realizar donaciones y la apertura de una fundación han sido de las primeras medidas tomadas para salvar al museo.
De esta forma, el mayor monumento a la memoria, ese que durante el año pasado recibió a más de un millón de personas, aquel que al que la UNESCO reconoció por considerarlo una “ evidencia del esfuerzo inhumano, cruel y metódico de negar la dignidad humana a grupos considerados inferiores” hoy corre peligro por problemas económicos. Claro que no es el único, sólo basta con recordar lo dicho aquí mismo meses atrás respecto a los museos de los Estados Unidos. Pero vamos, que la cultura y la memoria no deberían morir asfixiados en manos de la economía.
Vía | Revista Ñ Sitio Oficial | Museo de Auschwitz Foto | Flickr de Miss Gong & The Flickers y de Pablo Municio