Ya queda menos para el mundial de fútbol de Alemania, y su presencia se deja sentir en cualquier rincón del país. La capital Berlín, como todas las ciudades sede oficial, esta sufriendo una importante metarmorfosis para lucir sus mejores galas con el mundial como objetivo. Así como si de una gran exposición de arte urbano-futbolero se tratase, nuestra estancia en Berlín merece ver algunas cosas curiosas.
Lo más llamativo, sin duda, es la transformación que ha sufrido la torre de la Televisión de Alexander Platz. Su esférico mirador ha sido convertido en un gigantesco balón de fútbol, visible desde toda la ciudad. A medio camino entre el arte urbano y la maniobra publicitaria (el rosa del balón corresponde con los colores de la Telekom) su visión nos recuerda enseguida lo que se nos viene encima.
Ya en nuestro blog del mundial hablamos del miniestadio, replica del Olympiastadion, que se construirá en la explanada del Reichstag para poder ver los partidos del mundial en pantalla gigante.
Una de los legados que dejará el mundial para la ciudad está la reconstrucción de la Hauptbahnhof, la que será la estación más grande de Europa. Otro símbolo más de la reunificación de la ciudad. Cerca de la estación podemos observar unas botas gigantes que recuerdan "El milagro de Berna", el partido con el que Alemania ganó, contra pronóstico, su primer mundial en 1954. En aquel mundial los alemanes estrenaron las botas de tacos intercambiables que suponían un notable avance en el juego. Forma parte de una serie de objetos diseminados por la ciudad recordando las aportaciones alemanas a la humanidad, dentro de la campaña "Tierra de ideas": la aspirina, la imprenta, el automóvil...
También nos podemos encontrar con alguna sorpresa cuando demos alguna vuelta por el multicultural Kreuzberg. Estos dibujos gigantes de Ronaldo y Ronaldinho no pasarán a la historia por su calidad, pero deja claro que el "joga bonito" enamora en todas las partes del mundo.
Berlín ya está lista para el mundial.