La capital de Dinamarca tiene rincones realmente preciosos, pero si me tuviera que quedar con algún lugar especial de Copenhague, sería Nyhavn, una calle de postal. Es una vía colorida, muy animado y con un aspecto muy pintoresco gracias al canal y sus veleros.
Llegar hasta Nyhavn desde el centro de Copenhague es cuestión de unos minutos. El precio que tendréis que pagar es un agradable paseo por Strøget desde Rådhuspladsen. No tiene pérdida.
El canal de Nyhavn fue construido hace tres siglos con el objetivo de facilitar el acceso de los comerciantes que llegaban por mar al mercado de Copenhague. Un vestigio de aquellos tiempos de mercantes son los preciosos veleros y barcos de época atracados en el canal.
Otra de las señas de identidad de Nyhavn y de Copenhague son las célebres casas de colores, sin duda, una de las estampas más fotografiadas de la ciudad. Uno de sus inquilinos más célebres fue el escritor Hans Christian Andersen.
A parte de pasear, hacer fotos, o contratar algún viajecito por el canal, en Nyhavn hay muchísimos restaurantes y cafeterías donde hacer una parada técnica y contemplar el ajetreo de gente que se mueve calle arriba y abajo.
Seguro que si hacéis un viaje a Copenhague, acabáis tarde o temprano en Nyhavn, una calle de postal.
Imagen | AtilaTheHun
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