Las películas de ciencia ficción se tienden a equivocarse cuando hacen ejercicios de prospectiva, es decir, intentan predecir cómo será el mundo, cómo nos organizaremos y, sobre todo, cómo será la tecnología que nos rodean. ¿Dónde están los coches voladores si ya estamos en el año 2015? Por eso, la mejor forma de contemplar cómo evolucionamos es a través de retrospectivas, viajes al pasado. Y esa práctica se vuelve muy pertinente cuando viajamos a un lugar del mundo: solo conociendo su pasado podemos entender mejor su presente.
Ahora imaginemos que nos centramos en un paseo en concreto de la ciudad de Londres, concretamente en sus lugares más emblemáticos. Londres es una ciudad cosmopolita que, a pesar de conservar signos de su pasado, no ha dejado de evolucionar (hasta hace poco ni siquiera tenía rascacielos tan altos como The Shard). Pero no conocemos turistas del pasado, al menos que nos hayan dejado material visual suficiente como para hacernos una idea muy gráfica del cambio.
Gracias a la British Film Institute (BFI), sin embargo, ahora sí que disponemos de imágnnes de hace casi un siglo, de la mano del cineasta inglés Claude Friese-Greene pertenecientes a su obra The Open Road. Friese-Greene, además, usó una videocámara a color.
Ahoora el realizador inglés Simon Smith se ha pasado varios meses haciendo el mismo recorrido y registrándolo en su cámara para podamos ver ambos vídeos simultáneamente. Dadle al play y ved cómo ha evolucionado todo acompañados de la música de Kevin MacLeod y el Canon in D Major). El vídeo es asombroso, en serio, como un viaje en el tiempo en movimiento y a todo color.
Vía | Canal Viajes