El espectáculo natural que nos ofrecen las Islas Eolias, con su tortuosa e inquietante orografía y sus volcanes, ha atraído el cine y la literatura desde el siglo XIX. En 1864, el escritor francés Julio Verne situó en Stromboli el final de su famoso Viaje al centro de la Tierra. En la novela, la expedición del profesor alemán Otto Lidenbrock emergía a la superficie del planeta a través de una de las bocas del Stromboli después de un asombroso viaje que había comenzado en el volcán Sneffels de Islandia.
A partir de 1950, el cine también dirigió su mirada a las Islas Eolias, a sus pequeños pueblos, la forma de vida tradicional –y la mentalidad tradicional de sus habitantes- y los fantásticos escenarios naturales. Y no podemos decir que los eolianos salieran muy bien parados del ejercicio, puesto que a menudo fueron utilizados como ejemplo de mentalidad retrógrada y conservadora.
Quizás la película más famosa rodada en la Islas Eolias es Stromboli, Tierra de Dios, protagonizada por Ingrid Bergman y dirigida por Roberto Rossellini. Esta cinta, rodada realmente en Stromboli, se considera hoy día un clásico del neorrealismo italiano, y en su momento desató la polémica por las relaciones extramatrimoniales que mantuvieron el director y la primera actriz durante el rodaje. Muchos de los strombolianos del reparto fueron protagonizados por los propios habitantes de la isla. En la película se incluyen también imágenes documentales de la actividad pesquera y de evacuaciones durante una de las erupciones del volcán, y buena parte de los escenarios de la filmación soy todavía hoy reconocibles.
Pero sin duda una de las películas que han dado una fama más reciente a las Islas Eolias es la poética El Cartero (y Pablo Neruda), dirigida en 1994 por Michael Radford. Los exteriores se localizaron en la bellísima localidad de Pollara, situada en un cráter extinguido de la isla de Salina. Los escenarios son perfectamente reconocibles, y los amantes de cine podrán visitar la casa en la que vivía el poeta chileno, a la que se puede acceder a pie por el camino que lleva de Pollara a la playa.