En nuestro paseo por la capital alemana, daremos una vuelta hoy por los palacios más representativos de Berlin.
Estos edificios son el ejemplo más bello de la arquitectura prusiana: tanto la magnificencia barroca como la severidad clasicista son perfectamente apreciables en los numerosos palacios de Berlín y sus alrededores.
El Castillo Charlottenburg es el más grande y más impresionante de todos. Fue contruído entre 1695 y 1699 como residencia de verano de Sofía Carlota, la consorte de Federico III.
Puede describirse como una impactante expresión de arquitectura barroca donde se encuentra la Galería Dorada (Goldene Galerie), la cual nos da una idea de las glamourosas fiestas que se celebraban y del ambiente del Rococó.
Si bien fue severamente dañado durante la II Guerra Mundial, la reconstrucción perfecta ha logrado recuperar el esplendor de sus distintos sectores. Entre ellos, debemos mencionar la Gran Galería de Roble que actuaba con enorme hall de banquetes con magníficos grabados en madera; el Salón de Porcelana con su invalorable colección de porcelana japonesa y china; la Gran Orangerie con su inmensa cúpula o el Belvedere.
Para los interesados en saber más, les damos aquí un link para descargar un folleto explicativo en español.
Al sur de Berlín se encuentra el paraíso prusiano que establece un vínculo mágico entre la arquitectura paisajista y los palacios; la pintoresca Pfaueninsel (isla de los pavos reales) que fue concebida como un "nido de amor" y atrae con su belleza tanto a enamorados como a románticos.
En un idílico entorno de lagos y bosques perfectamente imaginado y creado por el hombre, se ha convertido en una maestra del apisajismo. A ella sólo se llega por ferry y la visita asegura una experiencia de sosiego y belleza.
El Castillo Pfaueninsel fue construído enre 1794 y 1797 como muestra de amor de Federico Guillermo II a su entonces amada: Gräfin Lichtenau (aunque no sabemos si semejante regalo le haya ganado los favores de la niña).
Vía | Info Berlin