La comarca de Las Hurdes se encuentra en el Norte de Extremadura, en la Provincia de Cáceres. Es una de las más bellas de Extremadura. El rey Alfonso XIII hizo un viaje a principios del siglo XX, y durante su viaje, el rey Alfonso XIII pudo contemplar los grandes tesoros que se encuentran en las Hurdes. Los caminos que recorren la región intentan emular hoy la ruta que entonces recorrió el monarca.
Las Hurdes son una de las regiones con más tradición y personalidad de Extremadura. Su peculiar y casi hostil paisaje es un laberinto de montañas, valles, ríos, bosques y saltos de agua, que esconden paisajes de gran belleza, pese a ser una zona dura, inhóspita y escarpada.
Las Hurdes y Alfonso XIII
Esta zona de España se hizo famosa a principios del siglo XX por haber sido una de las regiones más duras de España. Luis Buñuel llegó a hacer una película sobre Las Hurdes titulada “Las Hurdes, tierra sin pan”. Otros intelectuales como Gregorio Marañón o Unamuno también denunciaron las pobres condiciones de vida de los habitantes de las Hurdes.
Las Hurdes han estado siempre muy despobladas. La dureza del entorno y la poca fertilidad de sus tierras hicieron que ni romanos ni árabes se interesasen por la región. Incluso en la actualidad, las Hurdes están muy poco pobladas. Quizá gracias a esto tiene paisajes tan impresionantes.
Por estos motivos, y para conocer esa pobreza sobre el terreno, el entonces monarca Alfonso XIII visitó Las Hurdes. Tras la visita del rey, mejoraron algo sus condiciones de vida, pero no demasiado. Actualmente, Las Hurdes no tienen nada que ver con lo que fueron, afortunadamente.
Meandro del Melero, en CaminoMorisco
Caminomorisco era la ruta que seguían los moriscos para llegar a Salamanca, de donde le viene su nombre. En esta parte de las Hurdes tenemos muchos lugares de interés, pero el que más impresiona es el Meandro del Melero.
El Meandro del Melero del río Alagón dibuja una curva impresionante a lo largo del frondoso bosque que atraviesa. Este Meandro sirve además para separar Caminomorisco de Sotoserrano.
Para llegar tenéis que seguir la ruta hacia el pueblo Río Malo de Abajo hasta el Mirador de La Antigua, una ruta de 3 kilómetros más o menos. Llevaos buen calzado, porque el terreno es escarpado y no está asfaltado en muchos puntos del terreno.
Iglesia de Santa CAtalina en Cambroncino
Es uno de los monumentos únicos de Las Hurdes. Está hecha de forma tradicional, utilizando pizarra, un material muy abundante en la zona, piedra y ladrillo. Es del siglo XVII pero parece más antigua, y es muy hermosa.
Riomalo de Arriba
Es una pequeña aldea, muy cerca del Meandro del Melero, siguiendo el río Alagón. De este pueblo escribió Unamuno: “Pueblecito encantador, en la distancia, que ni pintado por un pintor”.
Allí podéis encontrar la arquitectura tradicional “hurdana”, caracterizada por utilizar únicamente pizarra, sin usar ningún tipo de cemento ni argamasa. Las casas parecen de otra época muy antigua, es como viajar en el tiempo.
Casar de Palomero
Sus orígenes se remontan al Neolítico. En él convivieron las tres religiones (judía, cristiana y musulmana). El Barrio Judío es quizá el más interesante por lo estrechas que son sus calles y lo fácil que es perderse por allí. Otro monumento interesante del Casar del Palomero es el Puente que cruza el Río de los Ángeles.
Por estos y más tesoros, las Hurdes no representan la imagen tan pobre y dura que tenía a principios del siglo XX cuando Alfonso XIII la visitó. Ya entonces, estoy seguro de que a pesar de las malas condiciones de vida de los hurdanos, Alfonso XIII se quedó muy impresionado con sus paisajes y monumentos.
Fotos | Luis Daniel Carbia Cabeza, Joan Vega, Guillén Pérez, Wikipedia
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