Cuando os descubrimos uno de los pueblos más bonitos de España, muchos no estabais de acuerdo con esta percepción positiva. No obstante, sigo pensando que Mojácar tiene mucho que ofrecer al visitante, especialmente en la parte del pueblo y en otros lugares de este municipio de Almería.
Este pueblo blanco que mira al Mediterráno nos deja muchos detalles de su arquitectura que recuerdan otras épocas otras culturas de influencia árabe. Mojácar posee numerosos encantos y atractivos turísticos, como su paisaje y sus playas.
Para visitar Mojácar hay que olvidarse del coche, que aparcaremos a las afueras, y disfrutar paseando, a pie o en bicicleta, del encanto de su trazado medieval, sus callejuelas, sus escalinatas... que nos descubrirán interesantes rincones.
Qué ver en Mojácar
Desde el Mirador de la Plaza Nueva se obtiene una impresionante vista del Valle de las Pirámides, de las sierras de Cabrera, Almagrera y Bédar, del mar y cómo Mojácar la Vieja, primer asentamiento prehistórico de Mojácar, se sitúa junto al Río Aguas, el cual desemboca en La Laguna de Mojácar, en la costa de Mojácar.
Estas lagunas son residencia habitual de todo tipo de aves, especialmente acuáticas, y anfibios. La flora está compuesta predominantemente por cañaveral y junco situada junto a la playa de la Rumina.
Volviendo al pueblo, en la plaza encontramos la Ermita de los Dolores, edificada entre los siglos XVIII y XIX, privada. Desde allí la cuesta del Mirador del Castillo parte hacia la zona más elevada de la ciudad.
La Iglesia Parroquial de Santa María, de 1560 es una antigua fortaleza de estilo renacentista de grandes sillares de piedra y cuyo interior, sobrio, está abierto en hora de culto. Se levantó sobre los restos de una antigua mezquita y destaca por su torre, restaurada a principios del siglo XX.
Ante la iglesia, la estatua a la Mojaquera, realizada en mármol blanco, ataviada con el traje típico, sostiene el pañuelo árabe con los dientes y porta el cántaro que se utilizaba para abastecer las casas de agua desde la fuente.
La Plaza del Ayuntamiento destaca por su centenario árbol, traído por un emigrante desde las Américas. En la Puerta de la Ciudad, (puerta de la Almedina, cómo reza su inscripción árabe) de 1574, podemos ver el escudo de Mojácar (el águila bicéfala de la casa de los Austria, premio a la lealtad demostrada en la batalla de 1488).
La Casa del Torreón, la Plaza de Flores, el arrabal, antiguo barrio judío de laberínticas calles, rodear Mojácar por la calle Guardia, Puntica y Embajadores con preciosas vistas al mar, o descender por la Cuesta de la Fuente, bellísima y empinada calle hasta la Fuente mora, son otras ideas para descubrir y disfrutar de Mojácar.
Existen visitas guiadas por Mojácar, de una duración de 90 minutos, por 3 euros, aunque no está actualizado el calendario. Es un pueblo cuya historia se remonta a la Antigüedad.
El símbolo de la ciudad, el Indalo, se tomó de una de las figuras de la Cueva de los Letreros de Vélez-Blanco. Se ha convertido también en símbolo de toda Almería.
Las playas de Mojácar, urbanizadas en exceso modernamente, las dejamos para otra ocasión. A partir de los años 60 la pequeña localidad se convirtió en un lugar turístico por excelencia de artistas y hoy día lo que encontramos más bien es un turismo masificado y heterogéneo.
En temporada baja, no se disfrutan de las playas, pero a cambio encuentras Mojácar, uno de los pueblos más bonitos de España tranquilo, sin problemas para disfrutar de la gastronomía almeriense, y la comodidad de recorrer el municipio y las rutas circundantes de paisajes desérticos sin calores y sin atascos.
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