Como hemos visto, Deià, en Mallorca, es uno de los pueblos más bonitos de España. Pasear por sus calles y disfrutar de su entorno es muy recomendable, pero en los alrededores de Deià también tenemos alicientes para no perdernos.
Antes de llegar al pueblo, por la tortuosa carretera entre Valldemossa y Deià, se encuentra una de las estampas más fotografiadas del litoral mallorquín, Sa Foradada, una curiosa formación rocosa que se introduce en el Mediterráneo con un agujero en su perfil (de ahí su nombre, "la agujereada").
Junto a este lugar, en el que podemos descansar para tomar algo en su quiosco o comer en su restaurante italiano panorámico, también podemos hacer una visita cultural.
Son Marroig es la una finca-museo conocida por ser residencia del Arxiduc LLuís Salvador y albergar una interesante colección. Desde su jardín y su blanco cenador se obtienen vistas deliciosas. No me extraña que por aquí cerca tengan su casa Michael Douglas y Katerine Zeta-Jones...
La entrada a Son Marroig incluye la posibilidad de hacer una excursión hasta Sa Foradada, pero es un buen paseo que puede durara más de dos horas, por lo que en verano sería conveniente no hacerlo en las horas centrales del día. Por muy cerca que tengamos el mar, el sol cae justiciero sobre este lugar.
La casa museo del Archiduque Luis Salvador de Austria también es conocida internacionalmente por acoger el tradicional festival dedicado a la música de cámara, el Festival Internacional de Deià.
En esta carretera también encontraremos la señalización al Monasterio de Miramar, ubicado en la posesión del mismo nombre, en el término municipal de Valldemossa, fundado en 1276 por Jaume II, a petición de Ramon Llull. Formaba parte de los mismos terrenos que Son Marroig.
El monasterio se puede visitar por 3 euros de martes a sábados y festivos, o acceder a sus inmediaciones haciendo senderismo disfrutando del paisaje. Ya imagináis por qué se le llama "Miramar" a este monasterio.
Siguiendo por la carretera hacia Deià, a la salida del pueblo encontramos uno de los mejores hoteles del mundo según algunos rankings, La Residencia, un lujoso hotel con una gastronomía exquisita que pocos se pueden permitir. Un extra al alcance de los más afortunados.
Si una vez pasado Deià nos dirigimos en coche a Sòller, el pequeño 'llogaret' de Llucalcari, también conocido como Es Carrer, se encuentra a tres kilómetros de Deià. Situado a 85 metros de altitud, pertenece al municipio de Deià y está integrado por una veintena de edificaciones que conforman una de las imágenes más bonitas de Mallorca.
Se conservan tres antiguas torres de defensa: la de Casa d'Amunt, la de can Simó y la de can Apol·loni.
Desde Llucalcari se accede, siguiendo una antigua escalera de piedra que desciende entre bancales de olivos y pinos, hasta es Canyaret, pequeña cala de piedras y rocas muy apreciada por sus aguas cristalinas y por la fuente de agua procedente de las montañas.
En la cala se practica el nudismo y algunas personas utilizan los charcos que forma el agua de la fuente en épocas de lluvia para cubrirse el cuerpo de barro, al que le atribuyen propiedades relajantes, aunque no puedo dar fe de esto porque no lo hemos probado.
Para finalizar nuestro recorrido por los alrededores de Deià, otra opción más conocida y que sí hemos disfrutado es Cala Deià, un fabuloso lugar en el que darse un buen chapuzón y disfrutar de las aguas cristalinas de este rincón mallorquín o de un pescado bien cocinado.
Ya tendremos tiempo de seguir con estos deliciosos recorridos por la Sierra de Tramuntana que tantos encantos guarda.
Fotos | Eva Paris (Sa Foradada), jurvetson (cenador) y Trescallum (Llucalcari) en Flickr - CC. En Diario del viajero | El Gorg Blau en Mallorca, Tres escapadas románticas por España, Mallorca no tan conocida, Las mejores playas de Baleares, Es Mal Pas y La Victoria, en Alcudia (Mallorca)