Viajemos al norte de España, en concreto a Álava. Allí, a muy pocos kilómetros de Logroño, se encuentra la villa medieval de Laguardia, un pueblo que te invitará a volver porque engancha.
Laguardia se encuentra en un entorno privilegiado, entre viñedos, verde y montañas. En el medio de este bucólico paisaje, encontramos una villa amurallada llena de rincones encantadores.
A Laguardia se puede entrar desde varios puntos de su muralla, pero sin duda la que más encanto tiene es la Puerta Nueva, ya que en tan sólo unos metros te llevará a la Plaza Mayor, en donde se encuentra el Ayuntamiento y uno de los atractivos de la villa: su reloj de Carillón.
Este reloj es famoso porque de él salen unos simpáticos muñecos que bailan al ritmo del baile típico del pueblo. Pero ojo, no salen todas las horas, tan sólo a las 12:00, 14:00, 17:00 y a las 20:00. Y si te pilla la hora por allí, más vale que cojas sitio con tiempo, porque la plaza, que no es muy grande, se llena de curiosos y turistas para disfrutar este peculiar espectáculo.
Por supuesto, su situación geográfica hace que el vino sea otro de sus atractivos. Todo el pueblo tiene una vida subterránea, en forma de innumerables bodegas. Muchas de ellas son visitables, y podrás descubrir cómo se hacía el vino del modo más tradicional.
Antes de abandonar Laguardia, a 700 metros del centro, puedes visitar el Poblado de la Hoya, un yacimiento que descubrió un vecino en 1935 y que resultó ser un poblado de hace 3.400 años.
Más Información | Laguardia
Fotos | Diario del Viajero
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