Las Xanas son los personajes más populares de la mitología asturiana. Son mujeres de una extraordinaria belleza, con una larga cabellera rubia que se entretienen en peinar al lado del agua. No obstante, hay que tener mucho cuidado con ellas, porque atraen a los hombres con su belleza, igual que las Sirenas los atraían con sus cantos.
En cualquier caso lo que nos interesa ahora es que el nombre de Xanas le viene de perlas a esta pequeña ruta, situada en las cercanías de Oviedo, por compartir sin lugar a dudas la belleza mítica de aquellas.
La ruta de las Xanas parte de Villanueva, en las cercanías de Proaza, y se adentra en un desfiladero elevado 80 metros sobre el lecho del río, por sendas a menudo excavadas en la roca y asomadas al precipio. No en vano se la conoce como la hermana pequeña del desfiladero del Cares. A buen paso se puede recorrer en un par de horas, pero os recomiendo que lo hagais con tranquilidad y disfrutando del increíble paisaje. Incluso, si la suerte acompaña, podreis divisar algún águila o alimoches. El fin de la senda es el pueblo de Pedroveya, donde hay un restaurante famoso por sus excelentes fabadas.
Antes de que alguien me proteste diré que yo siempre he realizado la ruta en sentido inverso. Por dos razones. La primera es que de esa manera los descensos son más que las subidas. Y la segunda que en Villanueva la ruta empalma con la Senda del Oso, magnífica ruta peatonal y para bicicletas que va de Oviedo a Proaza, en la cual además pasaremos frente al vallado que cierra la montaña donde habitan las osas Paca y Tola.
También aquí, si vamos a la hora adecuada, podremos verlas recibir su comida diaria por los conservadores de la Fundación Oso. Luego podemos descansar en el área recreativa con piscina que está un par de kilómetros antes del cercado.
Más información | Desfiladero de las Xanas