Dentro de la vuelta obligada por la capital española está el paso por la célebre Plaza de Oriente de Madrid. Un lugar que merece detenernos un poco en sus características e historia.
En 1805 José Bonaparte, hermano mayor de Napoleón, reinaba en España. Era más conocido como "Pepe Botella" y se le menospreciaba. Sin embargo, era una persona instruida y con amor por la arquitectura. El fue quien mandó abrir la Plaza de Oriente así como ordenó también construir alcantarillas en la ciudad.
Hoy la plaza de Oriente es un lugar de paseo y las estatuas de los reyes godos la adornan. Estas estatuas estaban destinadas a decorar el alero del Palacio Real (que se encuentra enfrente) pero un error de cálculo las hizo demasiado pesadas. En la plaza se encuentra otra estatua, esta vez ecuestre y de Felipe IV.
La construcción de la plaza desplazó una gran cantidad de viviendas en pésimo estado y se abrió el espacio suficiente para erigir también, al otro lado del palacio, el Teatro Real. Lo inauguró en 1850 la reina Isabel II, muy aficionada a la ópera.
Foto | Olivier Bruchez En Diario del Viajero | Cambio de guardia en el Palacio Real de Madrid