Desde hace pocos días, la Catedral de Segovia muestra con orgullo el esplendor original de las vidrierias de la Capilla de San Gregorio.
Estos vitrales, los primeros en restaurarse de un total de 120 que posee la catedral, fueron instalados en el siglo XVI y podemos verlos hoy con el brillo de aquellos tiempos. La Catedral de Santa María de Segovia es uno de los mejores ejemplos del gótico tardío y uno de los puntos de gran interés de la ciudad famosa por su Acueducto.
Esta catedral fue construida entre los años 1525 y 1577, después de la destrucción de la antigua Catedral románica de Segovia a raíz de los avatares de la Guerra de las Comunidades de Castilla. Fue diseñada por Juan Gil de Hontañón como templo de tres naves, con capillas laterales, crucero y cabecera semicircular con girola, rodeada de capillas radiales.
El claustro gótico es de 1470 y fue trasladado piedra a piedra hasta su ubicación actual 70 años más tarde, ya que había sido originalmente adosado a la catedral románica. Un dato curioso de los muchos que encierran las historias de estas construcciones, llevadas a cabo en siglos difíciles y con poco mas que las manos y la fe de los hombres.
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