Cuando te adentras por Teruel descubres muchos rincones interesantes que dan cuenta de la influencia que las distintas culturas han ido dejando en su seno. Sin duda el arte mudéjar de Teruel es uno de sus atractivos más destacables, y lo iremos viendo en muchos lugares.
Cuando preparaba mi visita a Teruel descubrí que no podía perderme la "Capilla Sixtina" del mudéjar en Teruel, no sin cierta incredulidad porque, ya se sabe, las comparaciones son odiosas. Pero adentrarse en la Catedral de Santa María nos permite sentirnos muy cerca de una muestra de arte deliciosa.
La Catedral de Santa María de Mediavilla de Teruel es seguramente el edificio mudéjar más emblemático de Aragón, y uno de los escasos ejemplos de catedrales construidas en este estilo. La torre campanario (siglo XIII) es una de las primeras construcciones aragonesas en este estilo, y la más antigua de la ciudad.
Como otras de las torres que pueden ir guiando nuestra visita a Teruel, es de planta cuadrada y posee tres cuerpos profusamente decorados con azulejos y cerámica vidriada.
Destaca de su exterior también el colorido cimborrio que fue devuelto a su esplendor antiguo tras las recientes obras en la Catedral turolense que afectaron fundamentalmente a su parte exterior. El cimborrio de la Catedral de Teruel es uno de los tres que se conservan de estilo mudéjar en Aragón, junto a los de La Seo de Zaragoza y la Catedral de Tarazona.
Las fachadas con sus pequeños ladrillos "dientes de sierra" en relieve formando rombos y otras figuras, los estilizados pináculos enladrillados o las ventanas coronadas por los bustos humanos también llaman la atención del paseante, que difícilmente se resiste a entrar.
Entramos a la catedral previo pago de tres euros, que nos dan derecho a una visita guiada que ya ha comenzado. El interior conserva su primitiva fábrica medieval de tres naves (aunque a lo largo de la historia ha habido importantes reformas) cubiertas con techumbre plana de madera las laterales.
En la nave central hallamos una de las maravillas del arte mudéjar, la techumbre de la catedral. Con una función arquitectónica de soporte y consolidación poco habitual, mide 32 metros de longitud y data del siglo XIV. Estuvo tapada a partir de la época barroca, y cuesta entender que se ocultara esta belleza, tal vez ya no seguía la moda...
Fue tras la caída de una bomba durante la Guerra Civil, en el siglo XX, cuando se volvió a descubrir y se restauró una parte afectada (de manera no muy afortunada, con imágenes modernas que constituyen un anacronismo).
Pero por suerte el falso techo conservó las pinturas mudéjares a salvo. Las podemos contemplar bien de cerca ya que en la década de 1950 se construyó una escalera y unas plataformas laterales que nos acercan al techo.
Los detalles de la Capilla Sixtina del mudéjar
Es una techumbre de madera en la que hallamos motivos históricos, religiosos, costumbristas... Aparecen representados oficiales, artesanos, personajes históricos, seres fantásticos... Toda una galería de tipos humanos y una extensa variedad en la imaginería pictórica, también figuras de animales junto a fragmentos del Ave María en letras góticas...
La guía va explicando muchos detalles del hipnótico techo que tenemos casi casi al alcance de la mano, una lástima no haber escuchado la explicación desde el principio, y que no permitieran hacer fotos para haber documentado mejor cada imagen, cada relieve, cada color, cada letra.
Es el gran valor arquitectónico y pictórico de esta singular techumbre de la Catedral de Santa María de Teruel la que le ha valido el sobrenombre de "Capilla Sixtina" del mudéjar. Sin duda recomiendo su visita y la contemplación de cada rico detalle que nos traslada a otra época de una preciosa fusión de culturas.
Además podemos fijarnos en la decoración de yeserías a base de lazo de tradición mudéjar que cubre la cúpula de la Capilla de los Santos Reyes, reminiscencia de este estilo muy utilizada en los siglos XVI al XVIII en bóvedas y arcos.
Los horarios para visitar la Catedral son de lunes a sábado de 11.00 a 14.00 h. y de 16.00 a 20.00 horas; domingos, de 16.00 a 20.00 horas (todos los días hasta las 19 horas en invierno). La entrada conjunta a la Catedral de Teruel y el Museo Diocesano cuesta 3 euros (reducida 2 euros; gratuita para niños menores de 7 años).
Y si bien no podemos esperar exactamente una obra de las dimensiones de la Capilla Sixtina, ni una autoría tan universal, sí que es comparable en cuanto que se trata de una muestra excepcional de arte religioso y, en este caso, una fusión deliciosa de culturas, una impronta de origen musulmán en un templo cristiano, un ejemplo difícil de encontrar a lo largo de la historia en el mundo. ¿O es que lo habremos olvidado?
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