Se acerca San Valentín. Una fecha que solemos disfrutar en pareja, aunque en los últimos años las cenas, las salidas y los regalos, se han extendido a la familia o los amigos. Lo que no es tan común es que la celebre todo un pueblo, y eso es precisamente lo que hacen en Pasarón de la Vera, también conocido como el pueblo del amor.
Situado en la provincia de Cáceres (Extremadura), se encuentra en la falda de la Sierra de Tormantos, dentro de la comarca de La Vera, formada por varios municipios en la ladera sur de la Sierra de Gredos. Y es el lugar ideal para hacer una escapada este mes. Vamos a descubrir por qué.
Todo empezó con la leyenda de la Magdalena
La historia que convirtió a Pasarón de la Vera en la localidad más amorosa sucedió el verano de 1539. Sus protagonistas fueron Jeromín (Juan de Austria), hijo natural de Carlos V, y Magdalena, sobrina de Alonso Manrique de Lara, señor de Pasarón.
La casualidad hizo que se conocieran en el pueblo cuando eran dos adolescentes que estaban allí de paso, él por su afición a la caza y ella porque veraneaba con sus tíos. El flechazo fue inmediato, pero como entonces todavía no se sabía que Jeromín era hijo de Carlos V, su amor no fue bienvenido en palacio.
Como la gran mayoría de los romances de leyenda, la pasión acabó en tragedia. Después de que el tío de Magdalena la encerrara en la parte más escondida del palacio, para que no pudiera salir al balcón a escuchar los poemas de su amado, los amantes enfermaron, hasta casi alcanzar la muerte. Al final, desconsolada, la muchacha acabó entrando en un convento de clausura y se alejó del mundo.
Un amor que se instaló en el pueblo para siempre
En Pasarón de la Vera hicieron del limón limonada, transformando este triste suceso en una oportunidad para celebrar el amor capaz de vencer el paso del tiempo. Un amor que se ha ido transmitiendo generación tras generación, hasta formar parte de la memoria colectiva de sus habitantes.
Así que, reivindicando la importancia de amar y sentirse amado, los días 10, 11 y 12 de febrero, han programado diversas actividades para los enamorados: un concurso de fotografía, proyección de películas, conciertos, y cenas especiales en el Bar Rosmar, entre muchas otras.
Para dormir hay varios alojamientos con encanto, como el hotel rural La Casa De Pasarón. Y vale la pena quedarse. Si el pueblo enamora durante el día, por la noche aumenta la sensación de cuento con las frases proyectadas con luz que decoran diversos puntos, y por supuesto están relacionadas con el amor.
El broche de oro final lo pone el espectacular entorno natural, ideal para dar largos paseos al día siguiente y descubrir por qué a La Vera se la conoce como la Comarca Verde de Extremadura. Lo más parecido a caminar por un pequeño paraíso, y si es con la persona amada, ¿qué más se puede pedir?
Portada | Don Meliton - Flickr