La actual ciudad extremeña de Mérida, era una de las urbes más importantes de la Hispania romana. Su nombre era Augusta Emerita y aún hoy podemos disfrutar de sus principales monumentos, como el Templo de Diana.
Se ubicaba en el llamado “Foro de la Colonia”, o foro local para diferenciarlo del gran Foro Romano como cabeza de Pronvicia. Su estructura correspondía a un esquema muy común en las ciudades romanas de occidente durante la primera época imperial. Dicho Foro contaba con un templo, el llamado de “Diana” y una serie de edificios cerraban el mismo por el sur, algunos de ellos descubiertos sobre la actual calle Dávalos Altamirano.
El templo, cuyo espacio fue ocupado en el siglo XVI por una mansión llamada “Casa de los Milagros”, ha sido preservado en parte gracias a esta circunstancia. Es períptero y hexástilo, con orientación aproximada de norte a sur. De planta rectangular con mas de 40 metros de lado y casi 22 metros de sus frentes.
Está construido íntegramente en piedra de granito procedente de las canteras de Proserpina. Impresiona verlo desde el nivel de la calle por su enorme altura. Se debe a que la columnata descansa sobre un basamento de mas de 3 metros de altura. Los lados cuentan con 11 columnas, con capiteles corintios que componen una triple corona de acantos. Su frente ha sido reconstruido recientemente.
La entrada principal se abría al sur, en la plaza del Foro, desde donde partía la la escalera de acceso al edificio. En torno al Templo se configuró un área sagrada o temenos compuesta por jardines y cerrada por un pórtico. Se estima que el complejo del Templo de Diana fue construido a comienzo del período tiberiano.
Foto | A_Rajo
En Diario del Viajero | Museo de Arte Romano de Mérida