La laguna de Venecia es tan bella como frágil. Durante siglos ha luchado por mantener en pie a una de las ciudades más hermosas del mundo y en su entorno, el desarrollo de industria pesada era una permanente amenaza.
El Puerto de Venecia es, pues, uno de los puntos más débiles del Mediterráneo. El intenso de tráfico de embarcaciones comerciales e industriales en aguas de la laguna y el Adriático, han llevado a las autoridades italianas a extremar los cuidados.
Desde el año 2007, el Puerto de Venecia a establecido un reconocimiento concreto a las líneas de cruceros de pasajeros que llevan un intenso movimiento a sus muelles. El premio a la sostenibilidad reconoce los esfuerzos de cada línea y de cada barco por colaborar en el mantenimiento de ese delicado equilibrio en el cual vive Venecia.
En un barco donde viajan miles de personas, se producen toneladas de basura, se consumen cantidades enormes de energía, se acumulan montañas de bolsas plásticas y de packaging. La línea ganadora de este premio por tercer año consecutivo (Crystal Cruises) ha implementado desde hace años ciertas medidas para reducir ese impacto.
¿Cuántas bolsas para lavandería utilizarán por día 1.200 pasajeros? En esta línea las han cambiado por bolsas de tela realizadas con material reciclado. Los clientes reciben un instructivo sobre medidas de ahorro de energía y de optimización de los residuos, y los barcos han sido diseñados con sistemas industriales de reciclado de desechos, y motores más eficientes.
Es digno de mención cuando, grandes empresas del sector, se preocupan por minimizar en parte su huella que puede afectar a los mismos atractivos turísticos que son la base misma de su existencia.
Info | Porto di Venezia
Foto | Crystal Cruise
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