En estos tiempos donde nuestros ritmos de vivir caminan sobre vías de alta velocidad, me uno a la invitación que nos hacen desde Cittaslow para recorrer y decubrir lo que ellos denominan “ciudades lentas”.
Haciéndome eco de las palabras que aparecen en su sitio web: “Buscamos ciudadanos interesados en los viejos tiempos, ciudades con plazas, teatros, hosterías, lugares santos, paisajes vírgenes, artesanos fascinantes, donde el hombre reconoce la importancia de la lenta sucesión de las estaciones, con el movimiento del buen producto casero que respeta el gusto y la salud y las tradiciones espontáneas…”
Esta declaración de intenciones atrapó de inmediato mi atención. Cittaslow propone organizar una red estatal de municipios por su “calidad de vida”, es una manera diferente de comprender el turismo, la hostelería, la gatronomía…la vida.
La calidad de la hospitalidad, la buena gastronomía, la protección y cuidado del medio ambiente, la atención persoanl y calida, viajar en medios de transporte que nos permitan recorrer los diferentes paisajes de una región sin prisas.
Este “movimiento” comenzó en Italia en 1999 con el fin de combatir el ritmo de vida frenético actual, habiéndose convertido en una red internacional. Hasta el día de hoy solo aparecen seis poblaciones españolas reseñadas: Begur en Gerona, Lekeitio y Mungia en Vizcaya, Rubielos de Mora en Teruel, Pals en Gerona y Bigastro en Alicante
Todas las ciudades anteriormente nombradas han logrado aunar un crecimiento económico con el respeto del medio ambiente y cuidando la calidad de vida de sus habitantes. .
Para formar parte de la red de Cittaslow los municipios aspirantes deben reunir una serie de requisitos como aplicar una política medioambiental basada en técnicas de recuperación y reciclaje de residuos.
Su política urbanística ha de servir para mejorar el territorio, no para ocuparlo. Se incita al uso de los avances tecnológicos para la mejora de la calidad del medioambiente y núcleos urbanos.
Otro aspecto a destacar se centra en la promoción de la producción y uso de productos alimentarios obtenidos mediante técnicas naturales. Además es fundamental que se potencia la hospitalidad y convivencia entre los habitantes y turistas. Las ciudades de la red no pueden superar los 50.000 habitantes.
Vía | Expreso
Oficial site | Cittaslow
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