Hay muchos carnavales espectaculares, como el de Río de Janeiro en Brasil o el de Venecia en Italia, que atraen a miles de visitantes cada año. Sin embargo, también se celebran otros más tradicionales que ofrecen una experiencia muy auténtica y rural.
Uno de ellos es el carnaval de Lantz. Este pueblo de 151 habitantes, situado a tan solo 22 kilómetros de Pamplona, se transforma durante unos días en un colorido escenario, donde se representa la eterna batalla entre el bien y el mal.
Una fiesta de leyenda
El carnaval de Lantz se basa en una antigua leyenda que cuenta la historia de un famoso bandido, llamado Miel Otxin, al que los vecinos, hartos de sus fechorías, deciden capturar y castigar. Por si la operación sale mal, se ponen ropas viejas y máscaras, con la intención de evitar ser reconocidos.
De noche, después de atraparlo, lo pasean por las calles del pueblo, y al día siguiente lo queman en la hoguera, mientras los aldeanos bailan al son de la música del txistu y el tamboril.
En la fiesta se pueden ver diferentes disfraces, en función del personaje que interpretan:
- Miel Otxin: Es el bandido malvado y simboliza a los malos espíritus. Lleva una estructura de madera de más de 3 metros de altura y un gran capirote de colores.
- Ziripot: Es el vecino más fuerte y el encargado de sujetar a Miel Otxin una vez capturado. Lleva un saco relleno de hierba o helecho, lo que vuelve sus movimientos algo torpes.
- Zaldiko: Es el caballo de Miel Otxin, por eso siempre está intentando tirar a Ziripot al suelo. Se disfraza con un saco rectangular y una tabla en forma de "U", con una cola auténtica de caballo.
- Arotzak: Son los herreros que ponen las herraduras a los Zaldiko. Llevan martillos y tenazas y están vestidos con ropa de saco.
- Txatxo: Son los más numerosos, ya que dan vida a la población de Lantz. Van disfrazados con prendas de muchos colores y estampados, pieles y gorros en forma de cucurucho. Llevan siempre la cara tapada.
La historia del carnaval de Lantz
El origen de este carnaval es incierto, pero sabemos cómo se celebra desde 1964. Ese año, el director de cine Pío Caro Baroja, con la ayuda de su hermano Julio, recopiló la información que tenían las personas mayores del pueblo, la estudió y le dio forma para poder crear un documental de 10 minutos: Carnaval de Lanz (1970).
Sobre la leyenda del malvado bandolero, no es seguro si hubo alguno con el mismo nombre, pero hay documentados muchos asaltos en la zona, e incluso se encontró un juicio archivado, de 1818, en el que se condenó a muerte a los cabecillas de una banda que realizaron 163 robos y 71 asesinatos. Según la información recopilada por Jesús María Usunáriz Garayoa, de la Universidad de Navarra.
Mito o realidad, en cualquier caso se sigue manteniendo la tradición de organizar el carnaval con los medios propios disponibles en el pueblo. Convirtiendo lo sencillo en extraordinario. Por eso, se considera Fiesta de Interés Turístico de Navarra desde el año 2011.
Carnaval de Lantz 2023
Después de dos años en pausa, por fin los carnavales de Lantz vuelven a celebrarse, los días 19, 20 y 21 de febrero. El martes es el día grande, cuando tiene lugar el ajusticiamiento de Miel Otxin, pero la persecución del bandido también resulta un espectáculo muy emocionante. Y todos los días hay almuerzos, preparación y desfile.
Lo rústico de los disfraces, la belleza del pueblo y el entorno natural, contribuyen a que parezca que hemos hecho un viaje en el tiempo. Aunque en realidad estamos muy cerca de la rutina y de la ciudad, la desconexión es total.
Si este año tienes ganas de vivir un carnaval ancestral y mágico, este, sin duda, cumple los requisitos.
Portada | dantzan - Flickr