Y es que lo de reclamar la atención de la 'comunidad LGTB' (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) empieza a ser una moda más que una tendencia. Porque una cosa es que algunas ciudades, regiones o países como Barcelona, New York o Sudáfrica empiecen a promocionarse de una forma decidida entre el colectivo al detectar un notable flujo turístico perteneciente a la comunidad de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales.
Y otra muy distinta es que cualquier destino turístico, independientemente de que sea un destino turístico popular entre el colectivo, intente expresamente atraer a dicho público por el mero hecho de ser un segmento de población con un alto poder adquisitivo y, por tanto, más proclive a viajar. Sobre todo, si no se hace con cierta sensibilidad hacia el colectivo. Aunque no deja de ser muy positivo que socialmente se den estos pasos para pasar de la exclusión de las minorías a su total aceptación. Es el caso de la "Comarca de la Sidra" en Asturias, cuya fundación (integrada por la mancomunidad de municipios de Colunga, Villaviciosa, Cabranes, Nava, Bimenes y Sariego) desarrolló el pasado mes de octubre una campaña en el madrileño barrio de Chueca para promocionar este valle como destino turístico para la comunidad LGTB, que tendrá continuidad.
Conozco esta zona, y estoy seguro de que la campaña de promoción será un verdadero éxito, porque se vende sola. Sobre todo, tras ponerse en contacto con varias asociaciones pertenecientes a este colectivo con el objeto de recibir asesoramiento específico sobre qué tipo de ocio demandan. Algo que tal vez deberían haber hecho desde un principio antes de abalanzarse sobre ellos por el mero hecho de considerarlos una buena presa.
Vía | AmbienteG Sitio Oficial | Comarca de la Sidra