Ocho mujeres viajeras que han abierto muchos caminos
En un domingo de reivindicación, en el que se celebra el día de la mujer quiero poner mi pequeño granito de arena para hacer un pequeño homenaje a esas pioneras, a esas mujeres que no dudaron en romper todos los estereotipos de la época y salieron de sus zonas de confort para conocer otros lugares, por el gusto de hacerlo o para salvar vidas. Hoy es el momento de hablar de ocho mujeres viajeras que han abierto muchos caminos.
Desligándose de maridos y luchando contra lo difícil que era viajar en las épocas que les tocó vivir. Antropólogas, escritoras, aventureras, millonarias con ganas de ver mundo y periodistas intrépidas. Este es nuestro homenaje a las que iniciaron los viajes.
Mary Seacole, la enfermera que viajó a la guerra
Es muy triste que alguien que viajó y dejó huella quede eclipsada y prácticamente olvidada. Aunque sea por otra mujer. Mary Seacole (de soltera Grant) nació en Jamaica y a lo largo de su vida se enfrentó a los espantos de la guerra, a la enfermedad y a todos los prejuicios que suponía su color. Aprendió enfermería de manera autodidacta y viajó hasta Crimea para para crear una hostería que sirviera de pequeño hospital, donde planto cara a la epidemia de cólera hasta dos veces, venciéndolo con su protocolo sanitario innovador. Por desgracia fue coetánea de Florence Nightingale y sus hechos quedaron igual de oscurecidos que su piel.
Alexandrine Tinne, la aristócrata que viajaba con exceso de equipaje
Alexandrine Tinne, nacida en La Haya en 1835 siempre tuvo alma exploradora y fue la primera mujer en intentar cruzar el desierto del Sahara. No fueron los suyos viajes meramente turísticos aunque su origen aristocrático hacía que no entendiera el viajar sin no era con un séquito de criados y demasiado equipaje (sábanas, vajillas, muebles). Hizo tres intentos de alcanzar el Nilo Blanco y las tribus tuaregs, ninguna con éxito. En la última terminó perdiendo la vida, con 33 años, a manos de los tuaregs que tanto buscaba.
Nellie Bly, la periodista de investigación que dio la vuelta al mundo
Con esa carita de ángel, Elizabeth Jane Cochran, nacida en 1864, fue una periodista, escritora y empresaria estadounidense que tiene el honor de ser la primera reportera de periodismo de investigación y toda una pionera del periodismo encubierto. Llegó a ingresar en un manicomio como una perturbada más para escribir uno de sus reportajes. Nellie Bly era su seudónimo, tomado de una canción popular de la época. En 1888 le sugirió al periódico para el que escribía que la enviara en un viaje alrededor del mundo, a imagen y semejanza del escrito por Julio Verne: lo rebajó en 8 días. Además de esto, fue reportera en la Primera Guerra mundial, convirtiéndose en una de las primeras mujeres que informaron desde el frente.
Gertrude Bell, viajaba para espiar
Gertrude Bell fue una escritora, viajera, politóloga, arqueóloga, espía y funcionaria del gobierno británico. Mujer de mundo y miles de oficio. Tras graduarse en Oxford viajó por todo Oriente Medio. Tras la Primera Guerra Mundial, escribió un informe sobre la administración de Mesopotamia entre el final de la guerra y la rebelión iraquí de 1920 y más tarde ayudó a determinar las fronteras en tiempos de posguerra. En 1921 cooperó para poner en el trono iraquí a un hijo, Faysal ibn Husayn, del jerife de La Meca. También ayudó a crear el Museo Nacional de Irak y promovió su convicción de que las antigüedades extraídas en las excavaciones deberían permanecer en su país de origen.
Isabelle Eberhardt
Isabel Eberhardt tuvo una vida breve pero tremendamente intensa y peculiar. Nacida en Suíza, de padre no reconocido (aunque se sabe que fue un anarquista, nihilista, revolucionario y ateo) tuvo una educación muy diferente, rechazando ya desde siempre la rigidez de la cultura europea, la autoridad y la moralidad. Desde bien pequeña le gustaba vestirse de hombre porque le daba libertad. Con 22 años viajó al norte de África con su madre que fallecerá allí. En 1899 rompe con todos los vínculos de su vida anterior y, como describe en sus diarios, pasa el resto de su vida en África, explorando el desierto y haciendo del norte de Argelia su nuevo hogar.
Se convierte al Islam, algo que ansiaba desde hace tiempo y gusta de vestirse de hombre y que le llamen Si Mahmoud Essadi, para sumergirse en la cultura árabe con toda libertad, visitando por igual mezquitas y burdeles. Una riada repentina acabó con su vida cuando tenía 26 años.
Ada Maria Elflein
Esta periodista y escritora argentina, nacida en Buenos Aires en 1880, recorrió casi en su totalidad Argentina y otros países del cono sur. Sola o acompañada de una o varias mujeres. De esos viajes escribía crónicas en el periódico 'La Prensa', dejando amables y condensadas guías de viaje, con descripciones detalladas de su país, no sólo de lo bonito sino de lo árido y muerto.
Rosita Forbes, la visitante de oasis
Como muchas mujeres, empezó sus viajes bajo el manto protector de su marido. Rosita Forbes visitó con él Siria, Líbano, El Cairo (donde conoció a Lawrence de Arabia a y a Gertrude Bell), India, China... Pero en 1917, con 27 años, se divorció y decidió tomar las riendas y la elección de sus destinos. Su primer destino fue Cufra, un grupo de cinco oasis al sur de Libia. Nadie dijo que fuera fácil pero siempre le valió la pena. Una de las cosas que hacía en sus viajes por el país era vestirse de paisana del lugar, de árabe o de beduíno, para intentar pasar desapercibida, aunque era difícil.
Margaret Mead, la antropóloga de la observación cercana
Margaret Mead fue antropóloga toda su vida, desde su adolescencia hasta su muerte. Con tan solo 24 años ya estaba en Samoa realizando estudios de campo y con 26 recorría Nueva Guinea. Le interesaba sobre todo la infancia y la adolescencia, sobre todo femenina, de aquellos lugares lejanos en los que vivió. Era aventurera, enérgica y sobre todo libre, en pensamiento y acciones. Al igual que en muchas de las sociedades que estudió, era partidaria del amor libre y no echaba raíces en ningún lado demasiado tiempo.