Después del corto e intenso paseo que hicimos el viernes por la FITUR 2010, vuelvo mas convencida que en realidad se trata de 2 ferias distintas.
Como dijimos, los primeros dos días (jueves y viernes) están reservados para profesionales del sector. Allí la dinámica de la muestra está marcada por los encuentros profesionales entre operadores y agentes, instituciones y prensa, asociaciones y empresarios, oficinas de turismo, bloggers, agentes de viajes, capacitadores, emprendedores, etc.
Los paises llevan sus mejores galas para mostrarnos sus bondades, convencer a lo operadores y agentes a que aconsejen sus destinos, informan sobre la infraestructura, capacidad, servicios que ofrece su país al visitante.
Las nuevas empresas e iniciativas se hacen su propio espacio dentro de las alternativas que marcan "tendencias". Ecoturismo, turismo aventura, singles, turismo para familias, cruceros, fototurismo, espeleoturismo, compras, salud, deportes, etc.
Las asociaciones aprovechan el momento de acercarse a sus asociados (hoteleros, operadores, compañías aéreas) y en algunos casos generan encuentros de formación, como ocurrió una vez mas en esta edición con FITURTECH'10 donde se habló de tecnología y negocio turístico.
Estos dos días de FITUR se pueden caminar los pabellones con tranquilidad, te encuentras con colegas o amigos, se hacen negocios, se aprende, etc. Es una FITUR.
El sábado y el domingo es otra FITUR totalmente distinta. Este año, ya el viernes por la tarde se veía la presencia del público general.
¿Cómo reconocerlos?
Fitur atrae visitantes de todas las edades: mayores de edad en jubilosos grupetes, familias con niños en salida dominguera, parejas en busca de "el viaje de su vida", viajeros independientes o amantes de los "programas all inclusive". Hay para todos.
Por lo general (y espero que se sepa entender el tono simpático de esta entrada) podríamos separarlos en:
Buscadores de tesoros: un pin, un bolígrafo, un marcador de libros de cartón o un posavasos, se convertirán en pieza deseada para aquellos que llenan sus bolsas (Visite Andorra) de recuerdos que después, no usarán (o tendrán corta vida)
Los gastro-cazadores: aquellos que pueden esperar 20 minutos en una fila para probar un trocito de jamón en el stand de Extremadura, o planear una estrategia de relevos en el stand de Kenia para obtener una bolsita con 10 granos de café.
Empapeladores: cargados de carritos de la compra, maletas o de cajas de cartón con rueditas, se dedican a acumular posters con imágenes de los 5 continentes. En suficiente cantidad como para empapelarse la casa por completo con cada edicion de FITUR.
Los "por las dudas": llegan a la feria buscando información sobre un viaje que sueñan. Digamos: Machu Picchu. Pero camino al stand de Perú, pasan por el de Fidji y "por las dudas" se llenan de folletos de las islas y resorts de lujo. Y asi hasta completar los rigurosos 25 kilos de folletos por persona que debe ser la media de lo que cargan de regreso a casa.
Visitantes vivenciales: no les alcanza con mirar y llevarse folletos, ellos van a FITUR a "vivir" nuevas experiencias. Esperan pacientemente a que llegue su turno para calzarse las gafas de realidad virtual y hacer un pasos sobre la alfombrita de césped artíficial (bastón de peregrino incluido) en su peculiar Camino de Santiago. O, a sus 65 años, se sacuden el talco de los dedos antes de trepar unos centímetros por una pared preparada para revivir una escalada en Tanzania. Pueden llegar a encontrar sentido a unos túneles de espejos murcianos (no "marcianos") que proponen "una experiencia única para los sentidos".
Recuerdo cuando hace años venía desde Argentina a participar en FITUR, y volvíamos cargados de material físico (guías, folletos, mapas, posters, etc.) que se convertían en material de trabajo e información para nuestra agencia y nuestros pasajeros.
En esos tiempos (a.I. = antes de Internet) se comprendía que tuviéramos que cargar y pagar kilos y kilos de exceso de equipaje porque era la única forma (la física) de tener disponible esta información. Pero hoy, la era digital por excelencia, me parece un estúpido despilfarro de papel.
La salida dominguera termina en la inmensa mayoría de los casos, con pilas de costosísimo material impreso en el salón de muchas casas. Algunos lo consultarán con un interés de viaje concreto. Otros compartirán una tarde de invierno mirando hermosas fotos (y poca información real). Pero la mayoría de todos esos folletos terminarán en la basura habiendo vivido apenas unas horas en manos curiosas.
Fotos | Turismo Madrid en Flickr, Plan Turístico de Níjar y María Victoria Rodríguez En Diario del Viajero | Diario del Viajero visitó FITUR 2010