El dinero parece desvanecerse de nuestras manos. Se va. Se transforma. Se hace humo.
Podríamos decir que esta sensación es la que cada uno de nosotros vive cuando mira el fondo del bolsillo y cada vez encuentra menos.
Sin embargo, existe la tradición de quemar dinero en honor a los ancestros. Hablamos de una costumbre muy arraigada en las sociedades orientales, especialmente la china y vietnamita.
La veneración de los ancestros o las plegarias a ellos es una práctica basada en la creencia que los familiares fallecidos viven una existencia más allá de la física, se preocupan por los asuntos de su familia y tienen la habilidad de influenciar en la fortuna de los vivos.
Esta costumbre no conoce de discriminación por clase social, profesión o riqueza. Es una práctica social que se suma a las religiosas para honrar a los antepasados y tratar de asegurarse un buen porvenir.
Es aquí donde participa el papel fantasma o del diablo. Se trata de pequeñas hojas de papel que imitan billetes de uso corriente y que se queman durante la práctica del culto a los muertos, funerales y ceremonias.
El papel fantasma (megusta más llamarlo así) se hace tradicionalmente con fibra de bambú o de arroz y está decorado con imágenes, sellos y palabras que llaman a la fortuna.
En los últimos tiempos, la modernidad ha impregnado hasta las tradiciones más antiguas, y por ello se puede encontrar papel fantasma con forma de tarjetas de crédito o cheques así como muestras de papel de aquello que esperamos recibir con la ayuda del difunto: coches, casas, sirvientes, mujeres, teléfonos, barcos,etc.
Ante el avance de este tipo de ofrendas más modernas, el año pasado, el Ministerio de Asuntos Civiles chino amenazó con tomar medidas si no se eliminaban ciertos tipos de "hell money" como MP3, Mercedes Benz de papel y hasta condones, prostituas y viagra "incinerables".
Pero volvamos a esta costumbre que podremos encontrar en una visita a Oriente. Dependiendo de la zona, las ofrendas cambian su forma, pero el significado sigue siendo el mismo. En la región donde hay más población cantonesa, el modelo tradicional de Joss paper es el que más "se quema", sin embargo es muy poco frecuente en Taiwan o Macao donde se suele ofrendar papel de oro: hojas de papel dorado que se doblan formando pequeños lingotes antes de arrojarlos a las llamas.
La quema de papel fantasma es el último acto de las ceremonias chinas en honor a sus dioses y ancestros.
Por lo general, en las proximidades de los templos chinos se vende un set de ofrendas que incluye palitos de incienso, velas, papel fantasma (tanto el tradicional como el de "oro") y una pequeña pieza de comida.
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