Los que siguen nuestro blog sabrán que el tema del comportamiento de un turista o un viajero de negocios en un país extraño al suyo, suele ser tratado desde aquí.
Cuando viajamos a un país distinto, una cultura diferente a la nuestra, debemos tratar de ser auténticos pero no provocar una mala imagen o una situación incómoda por el simple hecho de desconocer la trama íntima de las costumbres del país que nos recibe. Sobre todo si vamos por trabajo.
Me entero a través de Blog de Viajes de un artículo salido en The Economist sobre las costumbres y el estilo argentino al momento de hacer negocios. La nota trata temas diversos y coincido con Jorge, el autor del blog, en que en principio no trae nada nuevo.
Claro, nada nuevo a los ojos argentinos o latinos en general (o casi). Pero es sumamente interesante tratar de "ver" con ojos sajones y hacer un esfuerzo por comprender por qué, cuándo, cómo, dos hombres pueden saludarse con un beso (por ejemplo). Este último caso, diría que trae de cabeza a más de un español también cuando ven a dos argentinos (sin sombra alguna de pluma gay), abrazarse en la calle y zamparse un beso (no dos) en la mejilla.
Volviendo a la visión "sajona" del diario The Economist, volvemos a encontrar lugares comunes (¿ reales? ) que pintan a los argentinos como informales, impuntuales, ventajeros, agresivos, poco confiables, etc. etc. LLegan a compararnos con los chinos.
Recomiendan reconfirmar una y mil veces las citas. Se hacen un lío tremendo con el "usted", el "tú", el "vos". Ponen mucho énfasis en los aspectos muy formales del trato interpersonal, cuando para comprender cómo funciona la cosa en Argentina, justamente deben despojarse un poco de ese corsé sajón que los mantienen bastante lejos a unos de otros.
¿Dónde quedan otros atributos que hacen viables las relaciones comerciales y profesionales? Creativos, emprendedores, adelantados, formadores y seguidores de tendencias,cercanos, con gran sentido del humor, solidarios, educados, flexibles, calificados... además de los mejores cocineros de carne y genios del balonpié (jejeje).
Bromas aparte, les recomiendo que no sólo lean el artículo sino sus comentarios donde salen a la luz todos los prejuicios y desconocimiento, la visión estigmatizada por sentirse ejes del mundo. Lectura recomendada con alta dosis de humor, para poder sobrellevarla.
Aunque... ¿no será nuestra visión igualmente estrecha hacia los demás?
Vía | Blog de Viajes Más info | The Economist (en inglés) Diario del Viajero | ¿Cuántos besos esperan los franceses?, Travel Dodo: lo que debes y no debes hacer,