Acostumbro pasearme a menudo por un estupendo blog sobre ciencia que siempre consigue sorprenderme e ilustrarme sobre cosas que parecen sencillas (y no lo son) o al revés. Se trata de Genciencia
En esta oportunidad buceando por su archivo encuentro un post que habla de un proyecto de la Boeing para construir un enorme avión con efecto suelo que volaría a bajísima altura sobre el mar. En realidad lo que más me "educó" en este caso es la explicación sobre los vórtices o turbulencias que se generan en los extremos de las alas de los aviones al volar.
El post se llama Vehículos con efecto suelo y allí nos cuentan que:
"Cuando un avión está en vuelo, se forman en las puntas de las alas unos vórtices. Turbulencias, diríamos coloquialmente, que podéis ver en la imagen de al lado. Éstas dependen de la envergadura del avión, no es lo mismo los vórtices generados por una avioneta que las generadas por un Boeing 747, claro. El efecto de sustentación alar es producto de la diferencia de presión del aire entre la parte superior y la inferior del ala, lo cual provoca un gradiente de presión de abajo a arriba, y el avión se eleva. Las turbulencias del extremo de las alas afectan tanto a los aviones que puedan situarse en su zona de influencia como al propio aeroplano que las produce. Así, las vibraciones o drags, pueden resultar perceptibles para el piloto de la aeronave en forma de traqueteo, pero quitando la estela de un super avión (como el 747), normalmente no son peligrosas para los demás aviones."
La foto que acompaña este post (y que reproduzco de wikipedia) ilustra claramente el tema.
Gracias a los amigos de Genciencia Diario del Viajero | Tecnología