Son muchos los motivos por los cuales terminamos con nuestros pies en el agua. Porque queremos lavarnos un poco y que la gente deje de arrugar la nariz a nuestro paso. Porque hace calor y queremos refrescarnos el cogote. Pero, también, sumergir el cuerpo en agua caliente puede ser relajante, y de eso viven muchos spas y centros de aguas termales. Pero ¿bañarse en arena?
Eso es posible en Egipto, y es algo que podéis hacer si viajáis a ese país entre los meses de julio y septiembre, concretamente al Oasis de Siwa, a 500 kilómetros de El Cairo..
La práctica de los baños de arena es tradicional, y fue puesta en práctica por los bereberes. Consiste, en esencia, en desnudarse y meter el cuerpo (justo hasta el cuello) en un agujero excavado en el suelo, que su cubrirá totalmente de arena. Esto se debe hacer al mediodía, para que el sol pegue con justicia. Afortunadamente, un pequeño toldo protegerá tu cabeza de una insolación.
El tratamiento dura, como máximo, quince minutos de reloj. Más tiempo podría ser peligroso. Además, una vez has pasado por el tratamiento se desaconseja ducharse: hay que permanecer sudando en una suerte de sauna con forma de tienda de campaña y luego vestirse, tal cual. De esta manera se mantienen las supuestas propiedades curativas: al parecr los médicos locales lo recomiendan para curar el reaumatismo, la artritis, la infertilidad y la impotencia.
Ni que decir tiene que tales propiedades curativas no están demostradas científicamente, pero la experiencia de pasar por un baño típicamente bereber te permite viajar en el tiempo y sentir en tus propias carnes, nunca mejor dicho, la cultura local.
Vía | Canalviajes