1. Superrayos
Si queréis contemplar una tormenta eléctrica fabulosa, la madre de todas las tormentas eléctricas, un puñado de rayos que acobardarían al mismísimo conde Drácula, entonces deberéis desplazaros hasta la cuenca del río Catatumbo, en Venezuela, al sur del lago Maracaibo.
La tormenta que dura unos 160 días al año y que genera unos 300 relámpagos por hora.
¿Por qué este lugar es tan propicio para los rayos? Debido a las particulares condiciones atmosféricas, en la que hacen acto de presencia los vientos alisios y el gas metano de los manglares de los alrededores.
2. Tiempo extremo
Sobre Calgary también sopla un extraño viento procedente del Océano Pacífico, el chinook, cuyos efectos podéis contemplar en la fotografía de arriba. Este viento puede provocar que la temperatura suba de repente más de 15 Cº y también puede durar varios días, haciendo que incluso la temperatura invernal alcance los 20 Cº.
El lugar en el que se registra más viento de media es Commonwealth Bay, en la Antártida, donde se han sentido ráfagas de 320 kilómetros por hora. Ideal para volar, vaya.
El lugar más caluroso de la Tierra está en Dallol, Etiopía, donde la media anual no baja de los 34,4 grados centígrados. En el otro extremo del mercurio, el lugar más frío es Plateau Station, en la Antártida, donde hay –89 grados centígrados de media, pero si sólo contabilizamos los sitios habitados, entonces debo mencionar como lugar más frío a Oymyakon, en la república rusa de Yakutia, al este de Siberia, en una meseta a 750 metros sobre el nivel del mar donde los termómetros marcan hasta –71,2 grados centígrados, récord alcanzado en 1926.
3. Aurora boreal y Sol de Medianoche
Cuando el sol dispara partículas cargadas y estas llegan al campo magnético de la Tierra y desde ahí son desviadas a los polos se produce lo que conocemos como aurora boreal. Como si el cielo se llenara de gigantescas medusas de colores brillantes.
Islandia es seguramente el mejor país para contemplar este fenómeno, así como el Sol de Medianoche, que consiste en que el Sol es visible las 24 horas del día, en las fechas próximas al solsticio de verano. En las tierras islandesas brilla el sol de medianoche durante el verano y la aurora boreal durante el invierno.
4. Duendes rojos y elfos verdes
Pero los duendes rojos y los elfos verdes nada tienen de místico, son un fenómeno natural perfectamente explicado. Según su forma o color hay duendes rojos (red sprites), chorros azules (blue jets) y elfos verdes (green elves), distintas nomenclaturas para designar emanaciones eléctricas ramificadas, como una maraña de relámpagos enredados entre sí que sólo duran una décima de segundo y que se producen a mucha altura.
Hasta 1989 no se consiguió echar la primera fotografía que probara la existencia de esta clase de rayos. La realizó John Winckler, profesor de la Universidad de Minnesota.
5. Pilar solar
Sin embargo, hay un lugar donde se suceden con cierta normalidad: las cataratas del Niágara. La niebla de las Cataratas del Niágara causa el fenómeno durante los meses de invierno, cuando los cristales de hielo interactúan con los reflejos de luz ascendentes de la ciudad. El pilar de luz parece una columna delgada que se extiende verticalmente por encima y / o debajo de la fuente de luz.
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