Ahora que nos vamos todos a los Juegos Olímpicos de Pekín (!) es necesario conocer algunas costumbres propias del lugar para no quedar mal con nuestros anfitriones.
Cuando nos toque ir a comer, seguramente vamos a querer probar el plato típico de la zona: el pato laqueado o pato cantonés. Ya va a ser difícil entendernos en nuestro pobre chino para que nos recomienden un restaurant, por lo que les daremos algunas pistas para que la experiencia se exitosa.
Recubierto con una fina capa caramelizada, el secreto está en conseguir el punto crujiente en la cobertura mientras la carne conserva toda su jugosidad. Para disfrutarlo, y mostrarse conocedores de las normas de la etiqueta china en estos temas, tomen nota:
Si pedimos un pato debemos saber que uno de tamaño medio puede dar de comer hasta a 10 personas. Las parejas y grupos pequeños recuerden pedir medio pato si no quieren cargar con fuentes y bolsitas hasta el hotel.
En un restaurant de categoría el chef llevará el pato a la mesa y será él el encargado de cortarlo. La forma de realizar los cortes es un arte y se supone que el comensal debe apreciarlo (no miren para otro lado). Un buen chef puede conseguir hasta 120 trozos en 4 o 5 minutos, cada trozo con al menos una pequeña porción de su crujiente piel. Feliciten al chef al terminar su tarea.
La etiqueta requiere que el anfitrión sirva los primeros trozos a sus invitados. Saboreen la piel crocante, no se peleen por la carne roja y sabrosa del pobre pato.
No está bien visto dejar comida en el plato, por lo que las crepes se van haciendo a medida que vamos llenando nuestro insaciable estómago.
Usualmente, el pato laqueado también viene acompañado de algunos pequeños platos como: hígado de pato hervido, alitas (del mismo pato) , y hasta el corazón frito. Estos platos se comen sin crepes y junto con otros ingredientes que también vienen con el pato: vegetales en vinagre, ajos machacados y sopas varias (por lo general hechas con los huesos del pato).
Para poder digerir todo ésto, nada mejor que una cerveza local como la Yanjing que va muy bien con la carne de pato. Los chinos acostumbran comerlo acompañándose con agua gaseosa y, al final, un licor de arroz o el vino de arroz baijiu para el brindis final.
Vía | Irish born chinese