Coincidirán conmigo en que, cuando planteamos un viaje a un destino muy distinto a nuestro lugar habitual, el tema de la comida asusta un poco. En general nos preguntamos ¿qué se puede comer? y ¿dónde ?. Ya en el lugar, nos anotamos casi siempre para probar el "plato típico". Pero de todas formas, algunas nociones del circuito gastronímico del lugar donde iremos, nunca están de más.
He aquí un pequeña lista de las opciones gastronómicas que nos ofrece una mega ciudad como Beijing.
La Avenida Xingba es un lugar relativamente desértico al día, pero de noche es muy concurrido. encontramos aquí restaurantes de diversas regiones del mundo, como Japón, Corea del Sur, Asia sudoriental, Italia, Africa, etc. Un restaurante japonés, que merece recomendación especial, es “Jardín de Pino Verde”. Aunque es muy pequeño y requiera reserva previa, sus platos se presentan con la exquisita delicadeza típicamente nipona.
La Plaza Oriente es una calle gastronómica de moda. Se sitúa en Wangfujin, y se la conoce por su centro comercial de primeras marcas. El Restaurante “Shi Tong Tian”, ha abierto hace poco tiempo en esta calle. Su cocina es internacional mezclando platos y sabores de Japón, Italia, Estados Unidos o Singapur. Junto con los demás restaurantes la Plaza Oriente se ha convertido en una zona gastronómica a tener en cuenta por su variedad.
Desde el restaurant Siheyuan se pueden contemplar las campanillas colgadas en las atalayas del Palacio Imperial. Quizás sea el restaurante beijinés por excelencia donde los comensales tienen el raro privilegio de degustar exquisitas recetas mientras experimentan de primera mano la antigua civilización de este milenario país. Se encuentra en la calle Donghuamen (nro. 95) a 50 metros al este de la Ciudad Prohibida. En el primer piso cuenta con un salón primitivo y sencillo, donde el fuerte es la comida occidental. El segundo piso es un bar pequeño dotado de apenas seis o siete sillas pero con unas vistas al Palacio que valen la pena el costo de la copa ( unos 10 euros).
Justo frente a la arboleda que rodea el lago Houhai y el parque Shichahai hay una hilera de ventanas de madera. Un poco más allá están la antigua mansión del marqués de Gongwang y la Universidad de Furen. Estos dtos nos indican que hemos llegado al bar del puente Yinding de Houhai, construcción de madera de estilo clásico, sin señal gráfica alguna que delate su nombre. Su comida es popular y tiene un ierto aire imperial decadente. Por cierto, el dueño (el quien parece serlo) ejerce a su antojo el derecho de admisión.
Un folleto local nos dice del Restaurant de número once del callejón de Yangfang: " situado en un patio cuadrangular con habitaciones, suele preparar diariamente una sola mesa de platos de la familia Li, constituida por los manjares preferidos de Li Shunqing, Ministro del Interior en la época de la Emperatriz Viuda. Esta vieja costumbre ha sido conservada por varias generaciones." Con un aforo máximo de 20 personas cobra cerca de doscientos yuanes por comensal (aproximadamente 20 euros)
En la zona de Quanmen (al sur de la Plaza de Tiannamen) está uno de los establecimientos especializados en el plato pekinés más famoso: el pato. Se llama Quanjude y está en una impresionante edificio desde hace 150 años. El esfuerzo de las autoridades chinas por barrer de las calles a los puestos de comida (con vistas a los Juegos Olímpicos) no ha podido aún con esta zona. Frente a este restaurant, encontrarán un pequeño puesto que venden el mismo pato (de hecho se hace en el mismo restaurant) pero en simples platos de papel, por unos 6 euros por porción.
La influencia japonesa en la cocina china se puede probar en Meishixiu. Está ubicado en el distrito Chaoyang, detrás de la maternidad oficial de Beijing. Su especialidad son los fideos y rollitos de todo tipo. Es muy económico (una comida por persona cuesta aproximadamente 6 euros) y popular.
Si nuesto paladar nos pide frutos del mar, nada mejor que llegarnos hasta la Avenida Fucheng . Los restaurantes que se encuentran aquí, tanto chinos como occidentales, se especializan en mariscos y pescado. Es un lugar muy usado para comidas de negocios y sus precios algo más caros.
Comer en la avenida Guanganmen está reservado para estómagos fuertes. Amantes de lo picante, aquí es vuestro lugar. Ubicada al sur de la ciudad puede probarse aquí las mil formas de las cocinas chinas regionales. Incluyendo los platos más exóticos de la provincia de Hubei (hormigas, saltamontes y demás).
En la Calle de la Buena Suerte cualquiera encontrará su plato local. Hay restaurantes de todas las nacionalidades. Claro, se pierde mucho el "color típicol" pero si después de varios días añoras unas salchichas alemanas, aquí seguro que las encontrarás. El precio es otro tema.
Conocer es compartir y compartir la comida local es parte de nuestra experiencia de viaje.
Gracias a Cecilia y Juan que me pasaron muchos de estos datos a su regreso de Beijing.
Más info | Xinhuanet y Diario Pueblo
Diario del Viajero | Palacio de Verano en Beijing, Viaja a Pekin en los Juegos Olímpicos, Pekin y los hutons, España descubre China, Visita la Gran Muralla China a lo salvaje y más