Quienes habéis llegado hasta aquí buscando información a propósito de alguna clase de borrachera o subidón que solo tiene lugar a elevada altitud, siento defraudaros: no va de eso, pero probablemente conseguiréis un efecto similar si os sometéis a la trompa alpina y su sonido estruendoso. Sobre todo si lo acompañáis del canto tradicional jodeln.
Ambos conceptos los hallaréis en tierras helvéticos, sobre todo en los ambientes más rurales de Suiza.
El canto a la tirolesa (o jodeln) es originario de los países alpinos. Fuera de la cordillera también existe en Alemania en la sierra del Harz (Baja Sajonia) y en el Erzgebirge. Su origen se encuentra en los gritos de llamada que los ganaderos de las montañas emitían para comunicarse con sus rebaños o con poblaciones vecinas.
La trompa alpina tampoco sería originaria de Suiza, sino de Asia Septentrional, siendo introducida en Europa por las tribus nómadas. La trompa de los Alpes o alforn o en el idioma original (alemán suizo) alphorn o alpenhorn (cuerno de los Alpes) es una trompa suiza larga, de madera, con boquilla de copa y tubo de sección cónica con final acampanado hacia arriba. La longitud del tubo suele variar de 1,5 a 3,60 metros de largo.
El jodeln es gracioso al principio. Te da por sonreir, por hacer movimientos estúpidos con los dedos, por hacer un óvalo con la boca y fingir que tú cantas. Cosas así. Pero si lo oyes durante un tiempo superior a 15 minutos, pueden entrarte ganas de agarrar un revólver, metértelo en la boca y volarte la tapa de los sesos.
Es un canto que parece haber surgido en un sanatorio mental. Parece un juego de niños desquiciado. Y es que se alternan registros de voz muy agudos (en falsete), con otros graves, de una manera muy veloz, para crear intervalos amplios.
No se articula ni una sola palabra, todo son gritos que se suelen proferir en lugares donde hay eco, como lagos, paredes rocosas, grutas, etcétera. Como la forma de interpretarlo depende del lugar donde se interprete, las diferentes clases de canto tirolés se llaman como en los sitios donde se ejecutan.
Uno de los cantantes de jodeln más populares es el bávaro Franz Lang, conocido como el rey del jodeln. El Elvis de la montaña, vamos. Un tipo al que sin duda nunca invitaría a mi fiesta de cumpleaños. La marca mundial de duración de jodeln lo tiene un canadiense llamado Donn Reynolds que logró cantar durante 7 horas y 29 minutos.