Los que han recorrido este continente único conocen y saben descifrar el sonido de la voz rotunda que nos invita una y otra vez a regresar a sus infinitas planicies, a sus impenetrables selvas. Esa voz sugestiva que a veces emerge de manera inesperada cuando ya ha pasado algún tiempo desde nuestro regreso de aquellas tierras, la definimos como "la llamada de África".
Desde el Diario del Viajero vamos a caminar durante un tiempo por algunas regiones africanas a través de este especial que hoy comienza. En ocasiones gran parte de este apasionante continente queda en el olvido de la mayoría de los viajeros, cuando en realidad es uno de los pocos lugares del mundo donde la esencia de la aventura aún se guarda intacta.
A partir de hoy penetraremos en rincones de Zimbabwe, Tanzania, Namibia, Sudáfrica,...
África posee la grandeza de lo básico, de lo sencillo, de lo espontáneo. Te llega sin filtros, sin ninguna censura. La vestimenta de sus gentes es un tributo a los colores primarios: azules acuáticos, amarillos solares, escarlatas, verdes translúcidos y boscosos.
La música te corteja sin previo aviso, sin preámbulos te empuja al baile, te abraza en el trance de cantos y percusiones rítmicas. Expulsa cualquier preocupación o pena que te embargue.
Los aromas, como todo lo demás, se columpian entre dos extremos posibles, entre lo muy dulce y lo muy amargo. Cualquier árbol posee flores de intenso color y la brisa nos impregna de una frescura floral y frutal. Nada pasa desapercibido ante los ojos.
África es el continente de los sentidos. Tiene la capacidad de convertirse en un amor profundo a simple vista.
Ante nosotros se mostrarán fronteras complicadas, vida animal desbordante, gentes cálidas,...
África te hace prescindir de necesidades superfluas, te relaja tras sumirte en la tensión más fuerte. Te enseña a valorar lo sencillo para vaciarte de lo enrevesado. África te ayuda a “vaciarte” para poder “llenarte”.
¿Estás preparado para la aventura?...
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