Tíbet, solo su nombre evoca todo tipo de alusiones fantásticas, de tierras místicas y exóticas, a la par que inaccesibles y prohibidas. Por desgracia, a causa de las interminables polémicas sobre la supuesta ocupación de Tíbet por China, NO es posible viajar por libre a Tíbet, sintiéndolo mucho por los mochileros independientes. Como mucho, podrás elegir una u otra de las muchas agencias de viajes con la que puedes organizar un tour, tendrás la posibilidad de escoger la ruta a seguir, y rebajar el precio final a costa de hoteles de menos calidad y transporte prediluviano.
Esto es justamente lo que yo hice, y en una serie de varios artículos te voy a dar algunos consejos sobre cómo organizar tu viaje, qué lugares visitar, rango de precios por los que te moverás, así como lo que te espera si decides a aventurarte en este maravilloso mundo natural y cultural: Tíbet.
El primer consejo que voy a dar, es contactar directamente con agencias de viaje chinas, porque así os va a salir mucho más económico el montante final. Fiarte o no de ellas, es algo que tendrás considerar teniendo en cuenta tus impresiones. Yo, por si acaso, puedo recomendar Wind Horse Tour, respecto a la cual quedé muy satisfecho.
Con sede en Chengdu, esta agencia fue la más económica que encontré y brindaba en su momento un buen servicio en inglés vía email, rápido y detallado. No obstante, el transporte que proporcionaron y que no atisbé hasta subirme en él una vez en Lhasa (un viejo minibus) no era el más adecuado para circular por las carreteras que llevan al Everest. Si para ti la comodidad es más importante que el ahorro, acuerda un vehículo 4x4 con tu agencia de viajes. Te saldrá considerablemente más caro, por otro lado.
Si no te agrada viajar en tour, con guía y otros turistas, ya somos dos. Pero donde no hay libertad, no se puede buscar más. Hasta tal punto llega el control en Tíbet, que si no dispones de un guía que vaya a recogerte al Aeropuerto o a la Estación de Tren de Lhasa, la policía no te permitirá salir de la misma. Por otro lado, tampoco te dejarán subirte en origen a trenes o aviones a no ser que muestres tu permiso de viaje a Tíbet.
La agencia de viajes, tras recibir una copia de tu pasaporte y visado chino, se encargará de todos los trámites, que en el caso de querer llegar hasta el Campamento Base del Everest, supone dos o tres permisos diferentes. Los accesos a Tíbet por tierra, al menos en la fecha en que yo viajé, estaban vetados a extranjeros en todos los casos, sin importar que tuvieran permiso o no. Te recomiendo que te informes bien de los requisitos actuales para visitar la región.
Conocí personalmente el caso de un ciclista que me confesó haber entrado en la región de Tíbet sin permiso alguno, colándose campo a través. Como un cencerro estaba, el ciclista. También dos australianos que, tras entrar en Tíbet de forma legal, alquilaron motocicletas y recorrieron la zona en solitario, mostrándome supuestas fotografías de la hazaña a las que otorgo credibilidad. Fehacientes o no, en todo caso no considero ni recomiendo sensato el arriesgarse a entrar o moverse por Tíbet sin permisos, salvo que tengas motivos ulteriores para ello. Como por ejemplo, que pretendas conocer cómo funciona el sistema policial chino y el interior de las prisiones estatales en el coloso asiático.
El coste final de mi viaje (finales de Abril de 2012), fue de 6.400 yuanes (778 euros al cambio de 07/02/2014), incluyendo lo que sigue: -Tren transtibetano: de Chengdu a Lhasa, 750 yuanes (las agencias cobran un recargo de unos 50 yuanes por la reserva). Sobre el tren Transtibetano y sus precios, podréis leer un nuevo y completo artículo el próximo Domingo. -Vuelo de regreso: Lhasa - Chengdu, 1250 yuanes (difícilmente podrás encontrarlo más barato que la agencia, aunque puedes comprarlo también por tu cuenta). -Recogida y transporte entre Lhasa y la estación de tren y aeropuerto. -8 días/7 noches en hoteles bastante aceptables, con desayuno incluido, en habitaciones dobles: estarás con un desconocido salvo que viajes en pareja o pagues un suplemento de unos 60 euros por estar solo. En Lhasa se visita todo lo digno de ser visto, y un par de monasterios en los alrededores. Os recomiendo que hagáis como yo y lleguéis a Lhasa un día o dos antes que el resto del grupo, moviéndoos por allí en solitario y aprovechando para descubrir mejor la ciudad. Daré más información sobre todo esto en una próxima entrada sobre Tíbet. -Guía y conductor, tickets de entrada a los sitios turísticos incluidos en la ruta, seguro de viaje básico, permisos de entrada en Tíbet, Everest, y tasas varias -Transporte hasta el Campo Base del Everest, parando a visitar Shigatse, Gyantse y otros. Regreso a Lhasa.
En definitiva, todo incluido excepto almuerzo, cena y bebidas. Que fuese el precio más económico que encontré (y busqué bien, incluso consultando agencias chinas que no hablaban inglés), desembocó en que el transporte que nos ofrecieron también fuese el más básico de todos los que observé en mis días por la zona. El desvencijado autobús en el que viajamos los 11 extranjeros que formábamos el grupo era demasiado incómodo, teniendo en cuenta que hablamos de trayectos diarios de ocho a diez horas por caminos llenos de baches y, en ocasiones, arena y piedras. Mientras circulábamos, éramos adelantados a toda velocidad por vehículos 4x4 y autobuses nuevecitos.
Para ser justos, el resto de apartados fue intachable, particularmente son de mención el guía y el conductor, que compensaban en parte la baja calidad del transporte. En todo caso, ¡mereció mucho la pena! El próximo Domingo seguiremos con un post sobre el tren Transtibetano, ¡hasta pronto!
Fotos | Juan Alberto En Diario del Viajero | Tíbet (II): El tren Transtibetano En Diario del Viajero | Tíbet (III): Lhasa En Diario del Viajero | Tíbet (IV): Los tres monasterios tibetanos más importantes En Diario del Viajero | Tíbet (V): Camino del Everest
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