Parece que algunos piensan que al salir de viaje ganan una patente de inmortalidad y pueden hacer cualquier cosa. Fuera de su lugar de origen, ganan en temeridad y se animan a hacer cosas que no se les ocurría hacer en casa. Este joven es un ejemplo, cuando se juega la vida en uno de los caminos mas peligrosos del mundo.
Tenemos muchos ejemplos de estupidez supina en los visitantes extranjeros que llegan a España y ni bien poner los pies aquí, creen tener asegurada la vida y se animan a hacer cosas de una temeridad asombrosa. Hablamos del tristemente famoso balconing, o las maratones de alcohol y sexo que han sido portada de la prensa durante todo el verano y que como cada año, han dejado un triste saldo de heridos graves y varios muertos.
En este caso, este tal Mark Laurence se atreve a hacer una ruta de senderismo pero no le alcanza con la adrenalina propia que supone el desafío de caminar por una estrechísima pasarela de madera en la cima de una montaña, ni con asomarse al vacío para hacerse una selfie. No, él tiene que ir un poco mas allá.
Mark se animó a atravesar el camino por el Monte Hua, en China, cuya cima supera los 2.100 metros de altura. Este camino ha sido utilizado por el hombre durante los últimos 700 años, y hasta hace poco la única medida de seguridad existente eran las cadenas que vemos ancladas a la pared de roca. Sin embargo, en la actualidad las autoridades del parque donde se encuentra el Monte Hua exigen a todos los senderistas el uso de un arnés que les mantenga sujetos a la pared.
Pero Mark tenía que dar la nota y asegurarse una toma única para su vídeo de la travesía... decidió soltar su arnés y hacer parte de ese camino sin ninguna medida de seguridad. Es verdad que los antiguos lo hacían así, en tiempos en que no existían siquiera estas medidas, tal como comentamos en su momento también con el famoso Caminito del Rey.
Pero... ¿vale la pena correr ese riesgo?
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