Los que hayáis estado en Kathmandú sabéis que es una ciudad trepidante, caótica, frenética. Sin embargo, a muy pocos kilómetros de la capital de Nepal existen pueblecitos y parajes que son una gozada para escapar del ajetreo. Hoy vamos a dar un paseo por Khokana.
Khokana es un pueblecito de tradición newarí situado en el valle de Kathmandú y a tan sólo 8 kilómetros al sur de la capital de Nepal. Como podéis comprobar por la imagen que acompaña al post, se pasa del ruido de la ciudad al ámbito rural en cuestión de minutos.
Se trata de un pueblecito de esos que no salen en las guías y que no esperábamos encontrar ni por asomo. Tiene cerca de 5.000 habitantes, pero cuando nosotros lo visitamos caía un monzón bastante intenso que disuadió a los lugareños de salir de sus casas.
El paseo por Khokana se hace a través de callejuelas empedradas donde puedes contemplar casas unifamiliares de ladrillos que tienen guindillas rojas colgadas de los balcones. Parece mentira, pero tenía un aire medieval muy peculiar.
Os podéis imaginar las caras de la gente que nos veían aparecer bajo nuestros chubasqueros y paraguas. Sus miradas eran serenas, aunque al principio nos miraban con un poco de asombro. No obstante, sus expresiones se llenaban de alegría al vernos pasar y se mostraban muy hospitalarios con nosotros. Se notaba que no están acostumbrados a tratar con occidentales.
En la ciudad hay algunos templos y lugares hermosos, aunque lo que realmente ha hecho célebre a este pueblo es su aceite de mostaza. No obstante, nosotros siempre recordaremos nuestro paseo por Khokana por sus gentes, su amabilidad y sus sonrisas.
Imagen | Pau
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