Que China ya le ha encontrado el punto al negocio turístico, nadie lo duda. Ahora dará un paso más allá (o más acá) hacia la economía de mercado presentando en las bolsas de Hong Kong y Shangai uno de sus mayores "activos turísticos": los monjes Shaolin.
El año pasado, más de 1,6 millones de turistas viajaron a la provincia china de Henan para visitar el Templo Shaolin que se encuentra en la ciudad de Dengfeng. Allí asistieron a las exhibiciones de artes marciales de los monjes, quienes también celebran giras por todo el mundo.
El Templo tiene más de 1.500 años y es conocido en el mundo entero por su disciplina y por ser la cuna del kung fu.
Pero los números son los números. Y el Abad del templo budista tiene una estrategia pensada: convertirlo en una marca global. Así, ha comenzado una agresiva campaña para proteger la utilización de la imagen de la institución y sus monjes, mientras que ha colaborado en la producción de diversas películas sobre artes marciales.
Para los críticos, ésta es una propuesta demasiado "comercial", pero lo cierto es que hace una década el Templo estaba casi en ruinas y el Abad y sus políticas de apertura turística han logrado ponerlo en valor. De hecho, este año esperan llegar a recaudar unos 150 millones de yuans (15 millones de euros) sólo en concepto de entradas.
Lo cierto es que el negocio del Templo Shaolín saldrá a bolsa. ¿Cómo? Mediante una Oferta Pública de Venta de acciones (OPV) por importe de 1.000 millones de yuanes (unos 100 millones de euros). Se hará a través de una 'joint venture' entre las autoridades de la ciudad de Dengfeng, y la compañía pública China Travel Service (CTS). Así esperan presentarse en las bolsas de Hong Kong o Shanghai en 2011.
Vía | The Daily Telegraph