Hace unos días presentábamos en líneas generales al Palacio de Potala, antigua residencia de los Dalai Lama del Tibet, actualmente bajo administración china.
Quienes se llegan hasta Lhasa para visitarlo llevan muchas motivaciones. Hay quienes se acercan por motivos religiosos, por curiosidad, para marcar un destino "exótico" más, etc.
Como ya les contamos algunos datos sobre el Palacio de Potala, hoy dejamos aquí algunos consejos para que cada uno pueda aprovechar la visita:
- Llegar temprano. Recordemos que sólo pueden acceder al complejo del Palacio de Potala, 1.000 personas por día.
Se puede llegar a Lhasa por tren : Desde Beijing son 48 horas de viaje (4.64 kilómetros): 35 euros en asiento común, 95 euros en litera baja y 130 euros en litera alta. Hay servicio de tren desde Shanghai y desde Guangzhou.
También se puede llegar en avión al aeropuerto de Lhasa, a unos 60 kilómetros de la ciudad. El trayecto se cubre en 1 hora (y un poquito mas) de autobús (20 yuans, aproximadamente 2 euros)
Para moverse por Lhasa hay taxis (habrá que regatear un poco), bici-rickshaws y minibuses. La tarifa para un recorrido largo puede llegar a los 2 euros como máximo.
Practica kora. Es un tipo de meditación que se realiza caminando en círculos (en el sentido de las agujas del reloj) alrededor de las estupas.
Bebe té y come thukpa en alguna de las muchas teterías cercanas al Jokhang.
El Barkhor es la calle comercial donde encontrarás todo lo imaginable. Pero si quieres comprar artesanía local, te recomendamos que recorrar las calles laterales y posteriores. Allí están los talleres donde los artesanos trabajan a la vista.
Si te ofrecen pöcha, piénsatelo. Es un té de manteca (sí): una mezcla de té negro bastante fuerte con manteca de la zona (con un fuerte gusto a queso... oloroso). Es la bebida tradicional.
Chang es la variedad local de cerveza. Está hecha a base de cebada, pero es mas suave al paladar. Pero muy peligrosa... muy suave pero cae fatal a los estómagos occidentales. Cuidado.
Muestra respeto. La comunidad tibetana es muy amable con el viajero, pero muy sensible debido a una larga historia de tensión política con China.
Dentro de los templos, no debes estar con la cabeza cubierta, ni con pantalones cortos o sin mangas.
No fotografíes sin pedir permiso. Por lo general, los monjes aceptan una pequeña donación a cambio de dejar fotografiar los templos por dentro (unos 2 euros será suficiente).
Apoya la cultura tibetana utilizando servicios locales, comprando a artesanos de la ciudad (y no reproducciones "Made in..."), pagando precios justos cuando regatees, comiendo cocina tibetana y respetando el medio ambiente de la zona.
En Diario del Viajero |