La Inteligencia Artificial ha conseguido desdibujar los límites entre lo auténtico y lo imaginario. Un ejemplo reciente ocurrió en Twitter (actual X), donde un destino oculto en las montañas catalanas confundió a muchos. Su paisaje es tan impactante que algunas personas pensaron que era una imagen generada por IA. Sin embargo, en este caso, la realidad supera a la ficción.
Castellfollit de la Roca se erige sobre un acantilado impresionante, combinando historia, geografía y encanto. Este pequeño municipio catalán, ubicado en la provincia de Girona tiene una belleza casi irreal.
Con una población de 941 habitantes, esta villa medieval representa un tesoro arquitectónico y natural que resume la esencia de la región de La Garrotxa. Sus calles estrechas, sus iglesias antiguas y sus miradores panorámicos ofrecen una experiencia que trasciende lo meramente turístico, invitando a quienes la visitan a sumergirse en una especie de lienzo impresionista.
Un paisaje geológico singular
El atractivo principal de Castellfollit de la Roca es su emplazamiento sobre una estrecha y espectacular pared basáltica de unos 50 metros de altura y casi un kilómetro de longitud. Este acantilado, formado por la superposición de coladas de lava volcánica de hace más de 200.000 años, es uno de los más impresionantes de la región. La acción erosiva de los ríos Fluvià y Toronell moldeó esta estructura natural, creando una base perfecta para el pueblo que se asienta en la cima.
Las estrechas calles adoquinadas de Castellfollit, junto con sus casas de piedra volcánica, refuerzan la sensación de estar en un lugar fuera del tiempo. Es un paisaje que desafía lo convencional y, tal vez por ello, no sorprende que su autenticidad haya sido puesta en duda en un mundo saturado de imágenes creadas artificialmente.
Qué hacer en Castellfollit de la Roca
A pesar de su pequeño tamaño, Castellfollit ofrece una gran variedad de atracciones que la hacen aún más interesante:
- Pasear por el casco antiguo: recorrer sus calles estrechas y casas de piedra es toda una experiencia. Una parada imprescindible es visitar la iglesia vieja de Sant Salvador, situada al borde del acantilado, desde donde se obtienen vistas increíbles.
- Visitar la Torre del Reloj: esta bonita torre está situada en la plaza Sant Roc, se construyó gracias a la iniciativa del señor Lluís Pons i Tusquets, un monárquico que se presentó como diputado en las Cortes catalanas en las elecciones del año 1919, quien había prometido la construcción de la torre si los habitantes de Castellfollit de la Roca lo votaban. Después de ser escogido, cumplió su palabra y ordenó su construcción.
- Mirador del acantilado: se trata de otro punto de observación perfecto para admirar la magnitud del acantilado y la panorámica del entorno.
- Senderismo en la zona: los alrededores de Castellfollit forman parte del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, así que ofrece numerosas rutas para explorar cráteres, bosques y paisajes volcánicos.
Cómo llegar a Castellfollit de la Roca
Llegar a Castellfollit de la Roca es sencillo, aunque su aislamiento contribuye a su encanto. Desde Barcelona, se puede tomar un coche por la autopista AP-7 hasta Girona y luego seguir la carretera N-260. El trayecto dura aproximadamente dos horas. También es posible llegar allí en transporte público, tomando el tren hasta Figueres o Girona y desde allí en un autobús hasta el municipio.