Los rodajes de series y películas tienen un gran impacto en el turismo, transformando lugares de rodaje en destinos populares para los viajeros. Cuando una producción cinematográfica o televisiva captura la belleza, historia o singularidad de un lugar, despierta el interés del público, que busca experimentar en persona los escenarios que han visto en pantalla. Este fenómeno, conocido como turismo cinematográfico, los convierte en importantes reclamos turísticos, impulsando la economía local y aumentando la visibilidad internacional del país.
Uno de los casos más recientes es el de "La Casa del Dragón", precuela de "Juego de Tronos", que ha conquistado de nuevo a los espectadores con su intrincada narrativa y sus deslumbrantes escenarios. España, uno de los países elegidos como el telón de fondo para recrear tanto Desembarco del Rey como Poniente se ha consolidado como un punto de gran interés para los seguidores de la serie.
Las ciudades en donde se ha rodado no solo han prestado sus calles y paisajes, sino también sus monumentos más emblemáticos y hasta habitantes que han trabajado como extras, aportando una buena dosis de autenticidad a la serie.
Cáceres: un tesoro medieval en Desembarco del Rey
Cáceres, con su impresionante casco antiguo, ha sido una de las principales localizaciones para representar Desembarco del Rey en la primera temporada y ha repetido en la segunda como la capital de los Siete Reinos. El conjunto monumental de Cáceres, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ha proporcionado un escenario perfecto gracias a sus calles empedradas, murallas y torres medievales.
Entre los monumentos destacados que aparecen en la serie se encuentran la Torre de Bujaco, la Plaza de Santa María y los Arcos de la Estrella. Tanto La Torre de Bujaco, una robusta torre de origen árabe que se alza en el centro histórico, como la Plaza de Santa María, con su catedral gótica, aporta un aire solemne y majestuoso que encaja perfectamente con la atmósfera de Desembarco del Rey.
Trujillo: el castillo que domina el horizonte
Trujillo, una joya de Extremadura, conocida por su magnífica fortaleza, ha sido uno de los principales escenarios de la serie. El Castillo de Trujillo, construido en el siglo IX sobre una antigua alcazaba árabe, se ha utilizado para representar varias fortalezas.
Con sus robustas murallas y torres que ofrecen vistas panorámicas de la región, este se ha convertido en todo un símbolo de Desembarco del Rey. Además, la Plaza Mayor de Trujillo, rodeada de palacios renacentistas, también aparece en la serie, destacando la riqueza histórica de la ciudad.
Granada y su singular castillo
En la segunda temporada de "Juego de Tronos", Granada se ha convertido en uno de los escenarios más emblemáticos gracias al castillo de La Calahorra, que representa la fortaleza de Pentos, una de las ciudades libres más allá de Poniente.
Este impresionante ejemplo de arquitectura renacentista fue erigido a principios del siglo XVI, dominando la colina que se alza en el altiplano granadino. Su arquitectura combina la solidez defensiva de sus gruesas murallas y torres cilíndricas con la elegancia palaciega del interior que hemos podido disfrutar en varios episodios, ya que además de los exteriores, la serie muestra tanto dependencias privadas como su patio de armas.
Las playas españolas en la serie
La belleza natural de Cataluña también ha sido exhibida en "La Casa del Dragón". Lloret de Mar, en la provincia de Girona, ha sido uno de los escenarios costeros que aparece en la serie. Sus playas de aguas cristalinas y acantilados escarpados, junto con los Jardines de Santa Clotilde, han proporcionado a la producción un contraste visual perfecto para representar las costas de Westeros.
Por último, las escaleras de la ermita de San Juan de Gaztelugatxe, que se convirtió en Rocadragón en "Juego de Tronos", han aparecido gracias a la tecnología digital para recrearlas en pantalla en esta segunda entrega de la serie.