En 2011, a propósito de un congreso de medicina, tuve la oportunidad de visitar la ciudad de Chicago, en Estados Unidos. Uno de los edificios que más llamó mi atención, junto con la descomunal Sears Tower, fue la Tribune Tower, la sede del periódico Chicago Tribune.
Desde lejos parece un edificio neogótico espectacular (Supermán podría trabajar allí dentro), pero nada más. Pero si os acercáis y examináis las piedras que lo conforman, descubriréis que proceden de los lugares más remotos del planeta: concretamente de sus monumentos más célebres. Estas piedras sólo son el relieve de la estructura, por supuesto, pero resulta entre chocante y atractivo contemplar fragmentos del Taj Mahal o el Partenon en la superficie del edificio, así como piezas de la Gran Pirámide de Egipto, la Gran Muralla China, el Muro de Berlín, la Tumba del presidente Abraham Lincoln, las Torres Gemelas del World Trade Center, la Catedral de Notre Dame, la Torre de David en Jerusalén, el Templo de la Ciudad Prohibida en China, la Casa Blanca, la casa del escritor Hans Christian Andersen en Dinamarca, y así hasta más de un centenar de piezas.
Pero hoy quiero hablaros de otro edificio mucho más modesto, la sede del Zion´s Bank, en la localidad de Vernal, en Utah, Estados Unidos. Sus ladrillos también son mucho más anodinos: no pertenecen a ningún monumento famoso. De hecho, no proceden de lugares lejanos sino del propio país.
Pero lo particular de cada uno de los fragmentos que componen este edificio es que fueron, todos ellos, enviados uno por uno y por separado a través de correo postal ordinario. Al parecer, salía más barato así. Lo que, en suma, convirtió este edificio en el mayor objeto enviado por correo de la historia.
Deconstruyendo y enviando a precio económico
Este objeto era un edifico que Coltharp quería construir en Vernal, Utah, en memoria de su padre. Para ello, adquirió un terreno en una de las zonas más comerciales de la localidad. A continuación, compró los ladrillos necesarios para levantar el edificio.
Dichos ladrillos salían muy baratos si eran adquiridos en la Salt Lake Pressed Brick Company, una firma dedicada a la venta de materiales de construcción con sede en las proximidades de Salt Lake City, a unos 190 km de Vernal. Pero tal y como señala Gregorio Doval en su libro Historias, engaños y timos de la historia:
El problema surgió cuando calculó los costes de transporte de los ladrillos. El precio de fletar un barco multiplicaba por cuatro su coste. Fue entonces cuando se le encendió una bombilla… Como conocía los precios más que populares que el Servicio Postal tenía en la ciudad para implantar su servicio, decidió mandar todos los ladrillos (ochenta mil) por correo, siempre atendiéndose a las estipulaciones normativas del servicio. Para ello tuvo que embalarlos cuidadosamente en cajas de peso inferior a veintidós kilos, y sin enviar más de cuarenta cajas al mismo tiempo, lo que suponía un máximo de novecientos kilos por envío. La ruta que siguieron los ladrillos fue la marcada por las líneas de correo postal, y no el camino más corto.
Imaginad la situación: 80.000 cajas llenas de ladrillos de menos de 22 kg cada una fueron trasladadas desde Salt Lake City hasta Mark (Colorado) empleándose el ferrocarril de Denver y el río Grande. De Denver, las 80.000 cajas se trasladaron hasta Watson (Colorado) en otro ferrocarril de vía estrecha. Y finalmente, de Watson llegaron a Vernal en vagones de mercancías convencionales. Un total de 650 km de distancia, más del triple de la distancia real entre Salt Lake City y Vernal.
El edificio se completó por debajo del presupuesto previsto y todos los ladrillos fueron enviados con éxito. Después de esto, la compañía postal decidió cambiar la normativa en cuanto a los envíos, para que nunca se volviese a repetir algo así. Los vecinos apodaron el edificio Banco Parcel Post, en referencia a la compañía postal que realizó el traslado. Hoy en día, sigue en pie como sede del Zion´s Bank.
Así que ya sabéis, si algún día os pasáis por Vernal, no dudéis en visitar este edificio. Seguramente os sentiréis como yo lo hice en Chicago, o mejor: como si ante vosotros se alzara una especie de Tetris gigante con forma de banco.
Fotos | Wikipedia | Universidad Utah