Situada en el estado de Washington, al noroeste de Estados Unidos, la ciudad de Seattle se presenta como una alternativa distinta a cualquier otro destino estadounidense. El primer contraste que encontramos allí lo produce la imponente naturaleza que rodea a sus modernos rascacielos.
En ellos se ubican los ‘cuarteles generales’ de algunas de las empresas más importantes del mundo, como por ejemplo: Boeing, Starbucks o Amazon que son la mejor prueba del carácter emprendedor que siempre ha caracterizado a Seattle.
Pero a pesar de convertirse en una de las ciudades más tecnológicas de América, nunca ha perdido su anterior ‘espíritu indio’ porque como advirtió el Jefe Seatlle al presidente Franklin: “si os vendemos nuestra tierra, habéis de saber que es sagrada, y que vuestros hijos aprendan que es sagrada…”
La mejor forma de entender el galimatías urbano de Seatlle es subirse a lo alto de la céntrica aguja espacial o Space Needle, uno de sus edificios más emblemáticos que fue construido en 1962 con motivo de la Exposición Universal.
Otros puntos de interés de la ciudad son: el centro histórico, el Pike Palace Market y los museos como el Seatlle Art Museum o el Burke, museo de historia natural.
En cuanto al clima, el verano es suave, con temperaturas entre 20 y 25 grados y poca humedad. En invierno no hace mucho frío pero está bastante nublado y llueve a menudo.
La gastronomía es variada y se puede encontrar cualquier cosa, desde distintas clases de café hasta el mejor plato de marisco procedente del Pacífico. Hay oferta para todo tipo de paladares y bolsillos. Algunas opciones recomendables para cenar son el Crush Canlis y el Dahlia.
Foto | grapesfrog, AdrienneDanielle, John Q. Hong en Flickr Diario del Viajero | El Museo de la Ciencia Ficción de Seattle