Una de las ciudades más bonitas y con un patrimonio histórico y arquitectónico mas valioso de Brasil es Ouro Preto. Sus calles adoquinadas que trepan por los morros, sus vistas al verde natural, sus iglesias barrocas la convierten en un lugar para conocer otra cara de Brasil.
Además de playas y naturaleza, Brasil tiene una larga y riquísima historia heredada de su pasado colonial portugués. Ouro Preto tiene el sello de la antigua colonia, del arte portugués del siglo XVIII y XIX en cada esquina.
La ciudad fue fundada a principios del 1700 y creció gracias al impulso económico de sus minas de oro. Su nombre así lo refleja: las minas que dan nombre al estado (Minas Gerais) eran trabajadas por mano de obra esclava, negra. Cien años después, cuando Brasil fue sede de la corte portuguesa, llega a ser ciudad y visitada por altos dignatarios del momento. Por ello, se construyen palacios e iglesias que hoy dan caracter a esta ciudad.
Desde 1980 Ouro Preto es Patrimonio de la Humanidad especialmente por la riqueza de su casco antiguo. Una visita al pequeño pero hermoso centro colonial, no debe olvidar pasar por:
- Iglesia Matriz de Nuestra Señora del Pilar (Nossa Senhora do Pilar)
- Iglesia de San Francisco de Asís (São Francisco de Assis)
- Iglesia de Nuestra Señora del Rosario (Nossa Senhora do Rosário)
- Iglesia Matriz de Nuestra Señora de la Concepción (Nossa Senhora da Conceição)
- Iglesia de Nuestra Señora del Carmen (Nossa Senhora do Carmo)
- Museo da Inconfidência (antigua cámara municipal y cárcel)
En Diario del Viajero |Patrimonio de la Humanidad