Viendo el perfil moderno de la ciudad de Nueva York, podemos olvidarnos que en algún momento fue un pequeño pueblo. Para evocar esas épocas, recomendamos una visita al edificio más antiguo de Nueva York: la iglesia de Saint Paul.
Se ubica en el Lower Manhattan, entre las calles Fulton y Vassey con Broadway. Este pequeño edificio fue construido en 1766 a imagen y semejanza del londinense St. Martin in the Fields. Fue de los pocos que se salvaron del terrible incendio que arrasó Manhattan en 1776. Los vecinos se ocuparon de apagar el fuego arrojando agua y así, muchos de los heridos de la zona encontraron en su interior un lugar donde ser atendidos.
Durante el fatídico 11 de septiembre de 2001, cuando los atentados contra el World Trade Center destruyeron las Torres Gemelas varios edificios vecinos fueron afectados. St Paul logró salvarse y se convirtió en un símbolo de resistencia patriótica. Los bomberos y voluntarios acudían a descansar de las labores de rescate y en su verja se colgaban las fotos de los desaparecidos intentando encontrarles, así como multitud de flores y flores recordándoles.
En recuerdo de aquel suceso se guardan en una capilla diversos recuerdos, como un traje de bombero, cartas, vídeos. También la Hope Bell (Campana de la Esperanza), regalada por Londres en 2002 recuerda cada 11-S a quienes cayeron ese día tan cerca de la iglesia St.Paul.
La iglesia es de estilo gótico georgiano, con torre y pórtico añadidos 30 años después de su terminación, en 1794. En su parte trasera hay un pequeño cementerio, con lápidas musgosas alineadas sobre la hierba, donde está enterrado el que fue primer oficial muerto durante la Revolución Americana, Richard Montgomery, al que además se alzó un monumento. En 1789 este templo acogió la misa del juramento como presidente de George Washington, del que aún se conserva el banco donde rezó marcado con una G.
Ha sido declarado Monumento Histórico en 1960.
Foto |Lumierefl
En Diario del Viajero | Curiosidades de Wall Street