El altiplano boliviano, alrededor de La Paz, ofrece paisajes y vistas insólitos, como el salar de Uyuni. Cerca de La Paz, a unos 12 kilómetros, encontramos el Valle de la Luna, en Bolivia.
No es el único valle que recibe este nombre en Bolivia, ya que hay otro menos conocido en Potosí. Pero no se trata de una denominación demasiado original, pues contamos con el Valle de la Luna argentino, en la Provincia de San Juan, también conocido como Parque Provincial Ischigualasto, y el Valle de la Luna en Chile, en el desierto de Atacama.
El Valle de la Luna de Bolivia está formado porque la erosión ha consumido la parte superior de una montaña, debido a que el suelo es arcilloso. El transcurso de los siglos ha ejercido su modelaje y vientos y lluvias han construido este espectacular e insólito paisaje de chimeneas blancas.
Vemos estas curiosas formaciones, las chimeneas de hada, las típicas que se alzan en forma de tubo, como las más conocidas de Turquía, en la Capadocia. En las montañas de alrededor de La Paz, la arcilla contiene minerales diferentes que las dota de colores variados, pasando del balnquecino al violeta con los más habituales marrones y rojizos.
La del Valle de la Luna es una excursión que se suele ofrecer a los visitantes de La Paz, que se realiza en poco tiempo y normalmente combinada con alguna otra visita guiada a la ciudad. El Valle de la Luna en Bolivia permite disfrutar de un extraño paisaje semidesértico salpicado de picos rocosos, chimeneas y cactus que vale la pena conocer.
Foto | Phillie Casablanca en Flickr Diario del Viajero | Carnavales de Oruro, Bolivia, Mercado de Trabuco, Las carreteras más peligrosas del mundo