Siempre compartimos los sabores de aquellos lugares que nos reciben, porque son una mas de las manifestaciones de una cultura. En este caso, a nuestro paso por El Salvador será imposible dejar de lado a sus sabrosas pupusas.
Podríamos hacer un paralelo con las empanadas argentinas, o los tamales mejicanos, aunque en su fisonomía se parezcan mas a las pitas de los países árabes. Encontrarás pupusas en cada mesa familiar, en la calle, en los restaurantes y hoteles. No puedes dejar de entrar en una “pupusería” y probarlas.
Para preparlas hay que trabajar la harina de maíz con agua y una pizca de sal. A partir de alli hay varias formas de darles la forma e incluir el relleno y dependerá de su experiencia para lograrlo. Debes tener listos los ingredientes para el relleno: pollo, quesillo, frijoles, cebolla, picante, pimientos…
Puedes optar por el camino sencillo que es aplastar dos círculos de masa, colocar el relleno sobre uno, montar el siguiente encima y apretar los bordes. Es fácil, pero no es la forma tradicional.
Las cocineras expertas eligen por el camino difícil: armas una bola de masa en la mano, con un dedo abres un agujero en el centro donde integras los ingredientes del relleno y luego se aplasta la masa para formar un círculo plano donde el relleno esté perfectamente cubierto por un mismo grosor de masa que nunca supera los 5 milímetros. No es tan sencillo conseguirlo. Aún así te soprenderá la agilidad de estas mujeres para hacerlo casi sin mirar.
El tercer camino es formar un disco de masa fino mas grande que la palma de la mano, colocar el relleno en el centro pero bien desparramado para que no se forma una montañita. Luego se doblan los bordes hacia el centro y se aplasta todo para formar la pupusa.
Estas pupusas se cuecen en una plancha de hierro sobre fuego aunque actualmente también se hacen en la cocina moderna.
Muerde esa masa suave, y deja que el quesillo derretido se mezcle con la carne y los vegetales en tu boca… mmmmmm.
Foto | Dyanna
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