Cuando supieron que en la orilla de enfrente del Río Uruguay, en la ciudad uruguaya de Fray Bentos, se instalaría una pastera de origen finlandés llamada Botnia, los pobladores de Gualeguaychú, en la provincia argentina de Entre Ríos comenzaron a movilizarse para procurar que esa industria contaminante no se alzara allí, tan cerca, tan visible.
La preocupación de los argentinos se debe a que una pastera es aquella fábrica en la que se elabora la celulosa, es decir, la materia prima para, luego, fabricar el papel. La parte del proceso que muchos consideran más contaminante.
El tiempo pasó y ni ellos, los llamados ambientalistas, ni sus protestas, ni la intervención del gobierno lograron frenar la instalación de la fábrica que desde hace ya algunos meses funciona sin cesar. Claro que el pueblo tampoco ha cesado en su lucha y hace 22 meses que mantienen un piquete que corta el puente que une a ambos países.
Así, además de los hermosos atractivos que Gualeguaychú tiene para ofrecer, el turismo se acerca para conocer en persona a la pastera del conflicto. Entonces, acompañados por los ambientalistas, recorren el puente hasta la zona del bloqueo, toman fotografías de las chimeneas humeantes, charlan con los pobladores quienes les informan de la problemática y hasta adquieren productos tales como camisetas y gorras anti Botnia.
Pero claro que la respuesta a estos improvisados tours argentinos no se hizo esperar en la otra orilla y, ahora, la fábrica organiza visitas guiadas para conocer sus instalaciones y el trabajo que allí se lleva a cabo.
De este modo, quienes tengan ganas de saber un poco más sobre la pastera, podrán formar parte del tour que se organiza cada día sábado en tres horarios diferentes y que se extiende por alrededor de 45 minutos. Así, al menos, se podrán conocer las dos posturas respecto a este conflicto que enfrenta a argentinos y a uruguayos y en el se pelea por determinar si es ésta una industria contaminante y qué tanto afectará las limpias aguas del Río Uruguay y la biodiversidad del lugar.
Vía | Clarín