Fue un artista británico, apodado por sus vecinos “El Gran Bob”, quien se atrevió hace 26 años a instalarse en una humilde casa en la barriada de Tavares Bastos, una favela (=chabola) de Río de Janiero.
Nadie creía que “el gringo” durara mucho allí pero se enamoró del lugar y construyó su casa. Creó un centro de arte y en 2005 abrió la posada, The Maze Inn, a la que llamó así (maze= laberinto) por las calles enmarañadas y desordenadas de la favela.
Está ubicada en lo alto de una colina, por lo que desde la terraza se puede disfrutar de una vista de la ciudad que quita el aliento, que ya quisieran tener muchos hoteles cinco estrellas.
El ambiente es muy divertido, al igual que el excéntrico anfitrión. El primer viernes de cada mes hay sesiones de jazz, también se organizan fiestas en la playa, barbacoas o clases de samba.
Suena muy tentador, ¿será seguro?, dicen por allí que los huéspedes del “Gran Bob” son siempre bienvenidos. Sin duda, es una forma muy diferente y emocionante de conocer Río de Janeiro.
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