Algo que no deberíamos dejar pasar en nuestro viaje a Ámsterdam es un paseo en barco por sus canales. Son múltiples empresas las que organizan estos mini-cruceros, sobre todo concentradas cerca de la Central Station y junto a la zona de los museos, en el canal Singelgratch.
Algunas compañías ofrecen explicaciones en castellano, como la que yo escogí, Blue Boat Company, aunque hay que pedirlo antes al patrón para que prepare las grabaciones o intente leer él mismo, tal vez con más buena voluntad que inteligibilidad, los textos en castellano.
Este reclamo turístico hará que nos formemos una idea de la ciudad y que la disfrutemos desde una perspectiva diferente. El entramado de puentes, los canales, las casas-barcaza y las fachadas características de Ámsterdam parecen tomar una nueva forma desde el barco.
Los paseos habituales suelen durar entre 60 y 90 minutos y cuestan entre 9 y 12 euros. Si quieres disfrutar de un paseo más especial, también lo puedes hacer, pagando más, subiendo a uno de los barcos que organizan comidas o cenas e incluso fiestas al anochecer.
También es posible alquilar una barquita para nosotros solos, y emulando a la Venecia del sur, aunque a motor, un patrón nos conducirá por los lugares más importantes, pero ahí ya los precios se disparan.
Recordemos que es una ciudad vinculada desde sus orígenes al comercio, al mar, al puerto, a los diques y canales, que se forjó y creció en torno a estos elementos para conformar su imagen actual. También en sus orígenes y sobre todo durante el siglo XVII las barcazas recorrían estos mismos canales con sus cargas traídas desde lejos: caucho, cacao, té, diamantes, tabaco...
Hoy los barcos acristalados van cargados de visitantes que realizan distintos itinerarios según la compañía escogida, aunque todos suelen recorrer el barrio del Jordaan por alguno de sus canales, el Canal de los Señores (Herengracht) y el inmenso Puerto de Ámsterdam, pasando junto al espectacular museo NEMO.
Desde el barco nos señalarán puntos importantes del recorrido, como la Casa de Ana Frank, las iglesias y museos más importantes o algunas curiosidades de los puentes (como el único canal en que aparecen completamente alineados 7 puentes) o de esas casas típicas de Ámsterdam con sus fachadas alargadas. Eso sí, un paseo en barco no sustituye el placer de descubrir la ciudad a pie o en bicicleta.
Si has comprado la tarjeta de la ciudad I Amsterdam Card, recuerda que está incluido un paseo en los barcos de la Blue Boat Company y Holland International. ¡Yo sin duda lo aprovecharía!
Aparte, éstas son otras compañías que realizan estos recorridos por los canales de Ámsterdam: Lovers, Canal Company, Cruise with us... También existe la opción de alquilar un barco para un tour privado, desde 400 euros las 2 horas, y existen torus temáticos especiales para niños, fiestas, parejas...
En fin, que nadie puede quedar sin darse un paseo navegando por los canales de Ámsterdam, aunque sea en patinete... Fue una experiencia que me encantó, además con el buen tiempo pude disfrutar la mayor parte del paseo al aire libre, ya que los barcos suelen tener la popa descubierta y se puede salir. Eso sí, ojo con los puentes más bajitos y estrechos, no hay que asomarse demasiado...
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